Jesús Fuentes

ÁNGULOS INVERTIDOS

Jesús Fuentes


Centro universitario

30/11/2020

Hace no sé cuantos años Toledo fue declarada ciudad Patrimonio de la Humanidad. Lo que no ha evitado que el ‘centro histórico’ continúe despoblándose. ¿Para qué ha servido entonces la declaración? Desde luego no para que esté más habitado. Tal vez se deba a que las declaraciones, sean las que sean, por sí mismas carecen de poder actuante. Vamos, que no hacen milagros. Es probable que pueda ayudar, pero depende de otras cosas. De las instituciones, públicas o privadas; de disponer de proyectos específicos; de elaborar políticas públicas facilitadoras. Incluso de propuestas cómo la que ha formulado el señor Collado, candidato de nuevo a dirigir la Universidad de Castilla-la Mancha.

Cuando se creó el Centro Universitario de Toledo -no es nostalgia, sino historia- se estableció en el edificio Lorenzana, cerrado algunos años antes. Quienes hicieron la propuesta de instalar allí el Centro conocían  los problemas de despoblamiento que amenazaban a la ciudad. Sabían que muchos edificios estaban cerrando o cerrarían en los siguientes años. En lugar de lamentarse o mirar para otro lado, se les ocurrió pensar. Y pensaron que la educación superior y lo que ella levaba aparejado podrían contribuir a retardar el proceso que entonces se veía imparable y en la actualidad  lo es. La iniciativa, hay que reconocerlo, no fue muy original, pero era una iniciativa, que siempre es mejor que nada. Se copiaría el modelo de Salamanca, situada la Universidad en pleno centro histórico y con actividad docente desde que se fundara. Son ciudades parecidas y en los tiempos remotos Toledo también tuvo Universidad y las relaciones eran fluidas. El Centro Universitario de Toledo nacía, además, con vocación de convertirse en Universidad.
La Universidad se consiguió. Y de ella, algunas facultades y especialidades para Toledo. Los comienzos fueron buenos, pero en algún momento el proceso se torció. En lugar de estimular la concentración universitaria en el centro histórico se buscó la dispersión. Por eso hoy resulta interesante y plausible la propuesta del aspirante señor Collado. Sería una forma -no la única- de parar el vaciado sistémico que la ciudad está sufriendo. Y habría que aprovechar la ocasión para que en el propio centro el alojamiento de estudiantes resultara más fácil que en la actualidad. ¿Qué cómo se hace eso? Con proyectos específicos y con perspectivas de futuro. Con implicación de las instituciones públicas y en colaboración con la Universidad para aumentar su presencia en el centro histórico de Toledo. Así de fácil.