Con el tiempo se van viendo las cosas con más serenidad. Reflexionando sobre nuestra historia reciente, le tengo que echar la culpa a Zapatero.

Si los pantanos están sin agua, y los agricultores no pueden regar, la culpa la tiene Zapatero por haber suspendido el trasvase del Ebro, que además era un proyecto socialista que Aznar lo acogió en su seno. Como Aznar iba a llevarlo a efecto, Zapatero se opuso porque sí. Si los extremistas catalanes se quieren separar, si han hecho un referéndum guarripei, si consentimos que Torra nos diga que somos bestias, y si se niega en Cataluña la verdadera historia de España, la culpa es de Zapatero. Este señor, que ahora debe ser multimillonario intermediando con narco países, cubriendo las espaldas de las maletas del tesoro, y viajando en primera para decir no sé qué, animó a los separatistas para que hicieran un Estatuto anticonstitucional que incluía que Cataluña era una nación, y como el resto del mundo se opusiera, se inventó lo de nación de naciones. Tócame el bolo Manolo. ¿Se puede ser más torpe? ¿Se puede ir más en contra de España? Creo que no. Si alguien no puso remedio al tormentón que nos cayó en el 2008 fue Zapatero que no hizo nada y dijo que nuestra economía era la más fuerte del mundo. Tamaña afirmación solo se le ocurriría al gordo de los Cartwright, que era como el hermano tonto que siempre se quedaba con un palillo de dientes en su boca abierta mirando al vacío. Luego dijo lo de los brotes verdes, ¡todos nos pensábamos que estaba hablando de espárragos!, pero luego visitando una novela que se llamaba Desde el Jardín, que se convirtió en la película llamada Bienvenido Mr. Chance, resulta que Zapatero estaba hablando de economía, y que había copiado la frase a Peter Sellers, protagonista del film que decía exactamente esa frase al dueño del mundo. El mensaje de la novela y la película es que alguien absolutamente analfabeto, el protagonista autor de la frase, llega a ser Presidente de los Estados Unidos. Hasta el personaje se parecía.

Pero la mayor metedura de gamba de nuestro más abobado   protagonista, después de sufrir el 11-M, -el atentado más grande de la historia de nuestro país por parte de los islamistas-, fue lo de la alianza de civilizaciones. Está claro, los romanos se aliaron con los egipcios, luego con los cartagineses, los cristianos con los árabes, los árabes con los judíos, los esquimales con los indios, el Séptimo de Caballería con Jerónimo, el General Custer con los indios marca Cheyennes aliados de los Ara-pa-joes, y así ha sido siempre la historia según Zapatero.

Todo eso aderezado porque se intentó atribuir la rendición de la ETA, cuando Aznar había usado el BOE, -que no el Gal-, para dispersar a los presos, quitarles el presupuesto, etc., y hacer el ridículo más espantoso, al llevar a su familia disfrazada de Halloween en un momento tan importante para España. Y si no ha sido él ¿A quién le vamos a echar la culpa esta vez? Que alguien dé un paso al frente.