Amenaza Sánchez a aquellas Comunidades Autónomas que osen incumplir la ley Okupa que ha perpetrado con Bildu, la CUP, los separatistas catalanes y la extrema izquierda desunida pero todos juntos en convertir a los okupados, esto es asaltados y robados, en rehenes de los asaltantes y ladrones. Porque vamos a dejarnos de palabritas y utilicemos el castellano, meterse en una casa y arrebatársela al dueño, ha sido siempre y es, aunque se llame de otra manera, robar una casa. Pero Sánchez advierte que ojo, que a quien se atreva a defender lo contrario se le va a caer el pelo. Porque él es el que manda, el Protector y Príncipe Azul de los Okupas.
Adorna, eso sí, la cosa prometiendo cada día construir un par de decenas de miles de pisos, ya va por los 120.000, porque prometer sale gratis y no tiene fecha, pues cuando alguno de estos de verdad sea un hecho vendrá a ser cuando las ranas críen pelo a tenor de lo que ha hecho en estos cinco años anteriores, que viviendas sociales no se ha construido ni una ni media. Como suena.
Pero más allá de esto que con buena sorna gallega Feijoo definió como la 'multiplicación de los panes y los pisos' tras el anuncio del 'mesías', lo que chirría de manera hiriente es que quien amenaza preventivamente a los incumplidores es un presidente que no solo tolera y ampara sino que promueve de manera continua la vulneración y violación de las leyes más esenciales y fundamentales que sustentan nuestro Estado de Derecho, nuestros derechos y libertades y nuestra igualdad como ciudadanos de una misma nación común. El mismo día en que profería tales amenazas el partido que acaudilla se unía en el País Vasco, al PNV y a los herederos de ETA para abolir allí el derecho a estudiar en la lengua común de todos los españoles. Un paso más en la tropelía el desguace de los cimientos de nuestra nación que sigue la estela de lo que ha hecho en Cataluña y de los que está haciendo en la Comunidad Valenciana y Baleares, comunidades donde es el propio PSOE quien encabeza la operación de extirpación del castellano.
No hay articulo más pisoteado, y lo pisotea quien más está obligado a defenderlo, que el 3 de la Constitución Española de 1978, por cierto idéntico casi en su literalidad que el aprobado por la II República. Reza así: 
Artículo 3
1. El castellano es la lengua española oficial del Estado. Todos los españoles tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla.
¿Alguien puede negar que el incumplimiento no solo es flagrante, continuo, procaz y cotidiano, sino que se alardea de su violación continua, se agrede a quienes pretenden acogerse a él y a estas alturas ya está en la práctica derogado en las comunidades gobernadas por los nacionalistas y las dos citadas gobernadas por el PSOE? Hoy los españoles no pueden expresarse, escribir, estudiar, presentar documentos o hasta trabajar siquiera en la lengua oficial del Estado, la común a toda la ciudadanía española, en según qué sitios y lugares y quedaran preteridos y tratados como apestados si se atreven a reivindicar ese derecho constitucionalmente reconocido.
Y sí, no me olvido de que el artículo de la Carta Magna tiene un segundo punto: 
2. Las demás lenguas españolas serán también oficiales en las respectivas Comunidades Autónomas de acuerdo con sus Estatutos.
¿Hay alguien que se atreve a no cumplir este punto? En absoluto. El que se ha cancelado y enterrado es el que lo precede. 
Y no solo eso. Es este mismo presidente y su Gobierno, quienes, a través de la Ley de Educación, la de Celáa, han extirpado que esa lengua común sea ya la lengua vehicular en la Enseñanza privando a las nuevas generaciones, de las comunidades a quienes les plazca, el derecho a estudiar en ella. Y eso lo votaron jubilosos los diputados socialistas de todas las comunidades, como votaron la penosa, execrable y alucinada ( a los hechos de ya mil criminales sexuales beneficiados me remito) ley del Sí es Sí que ahora han tenido que rectificar a regañadientes y haciendo ascos encima y soltando denuestos incluso a los necesarios votos del PP para poder, al menos, parar en el futuro el disparate, porque los delincuentes presos por estos delitos y cometidos hasta el mismo día en que entre en vigor esta reforma podrán beneficiarse de las rebajas del disparate patrocinado por Irene Montero y elevado a los altares y al BOE por Sánchez, los ministros socialistas y todos sus diputados y senadores.
¿Para que seguir? Llegamos a donde empezamos. Para Sánchez y ese Gobierno, que Rubalcaba definió como el monstruo de Frankenstein, los derechos a proteger en España son los de los okupas y los que pueden pisotearse y ciscarse en ellos son los del conjunto de los españoles, empezando por utilizar la lengua común, la única en que nos entendemos todos y 600 millones de personas por todo el mundo.