Utilizo muy a posta la palabra para que se enfaden. Sobre todo, para que se enfaden muchísimo los responsables de que lo seamos. Pero ahí tienen los datos del propio gobierno para que, en vez de enfadarse tanto, se pongan primero colorados, luego pidan perdón y de inmediato hagan algo y de una maldita vez por remediarlo. Hacer, digo, que de anuncios ya estamos más que hartos. ¿Cuántas veces han dado por inaugurado y abierto el Hospital de Toledo? Lo digo por poner un ejemplo.
Miren ustedes los datos del listado de las listas de espera quirúrgica del Servicio Nacional de Salud en su último computo a 30 de junio. Son tan escandalosos que no sé qué pinta todavía en su cargo el consejero de sanidad y no sé qué hace García Page que aún no lo ha cesado.
  Castilla-La Mancha ocupa la infausta cabecera, o sea el más triste culo en este caso, del campeonato en cuanto a listas de espera. El porcentaje de pacientes con más de seis meses en lista de espera se eleva en nuestra región a nada menos que un ¡36,6%! Impresionante el éxito de nuestro gobierno que supera en más de diez puntos a Cataluña y ¡cuadriplica! el porcentaje de Madrid.
 Y no se escuden para no asumir el bochorno en que la comparación con la capital no debe ser tenida en cuenta. Da igual, casi, si lo hacen con regiones limítrofes que por extensión o características tienen escenarios parejos. Miren Castilla y León, con doce puntos menos o Extremadura, once menos, y verán que esto no tiene tampoco por ahí ni un pase ni una excusa. A no ser que le quieran echar, que lo harán, la culpa al efímero gobierno del PP, que fue ya hace dos legislaturas y seis años largos. Cospedal siempre vale para un roto y un descosido y este es un desgarrón como para mentarla siete veces.
Otra cifra demoledora remata, y remata, y remata en este caso puede no ser una metáfora, el desastre. El tiempo medio de espera de los castellanos-manchegos para ser atendidos alcanza más de medio año, seis meses largos, pues se eleva a los 189 días para ser precisos y exactos. Comparen de nuevo, 60 días, dos meses, más que un castellano y leonés, casi lo mismo que un extremeño, 59 días menos, y 114 más, cerca de cuatro meses demora más que un madrileño. Los vascos, por ir al extremo opuesto, o sea al lado bueno, son los que mejor lo tienen, el porcentaje de pacientes con más de medio año en lista de espera es tan sólo del 4% y su tiempo medio de espera de 62 días.
Con respeto a la media nacional que es de un 18,9% de pacientes con más de seis meses y 121 días de espera, pues ya ven, casi el doble en porcentaje y más de dos meses de aguante.
 Cuenten ahora las milongas que quieran, pero esos son los datos y no precisamente de un 'enemigo' ni de una encuesta sino cifras oficiales del propio Gobierno, que además es el suyo, el de sus siglas. Así que enfádense mucho, pero mejor con ustedes mismos. Y pongan remedio. Porque quienes en realidad tienen derecho a enfadarse son los ciudadanos, es la gente de esta región, son quienes sufren su ineptitud y su dejadez como gobernantes.
 Aunque esto también refleja otra cosa y es la incapacidad opositora, la falta de una verdadera respuesta, y no cuando se han publicado las cifras, sino de haber hecho seguimiento y denuncia, del PP regional. Incapaz de vertebrar una protesta, de encauzar el descontento y convertirse en el portavoz de algo que no sea que le dan bien las encuestas y que van a gobernar dentro de dos años. Supongo que ahora podrán un tuit y harán una rueda de prensa.