Javier Caruda de Juanas

Javier Caruda de Juanas


Ovidio, la esperanza y el cole de Jábaga

30/09/2021

Venía yo a hablarles de Ovidio, el poeta romano que vivió y murió entre los últimos años catalogados como antes de Cristo y los primeros denominados después de Cristo. De fama notable en su época, algo tuvo que hacer para que el emperador César Augusto le desterrase a Rumanía donde falleció, a pesar de las múltiples peticiones que hizo para que se le levantase el castigo. ¡Menudo era César Augusto para sus cosas!
A pesar de que no disfrutó de una vida sencilla, nos dejó una frase que viene que pintiparada para una de las grandes noticias de la semana.
Decía Ovidio que la esperanza hace que el náufrago agite los brazos en medio de las aguas, aun cuando no vea tierra por ningún lado. 
Así me imagino el trabajo realizado desde el Ayuntamiento de Fuentenava de Jábaga para conseguir que, casi cincuenta años después, su colegio vuelva a abrirse como sección escolar dentro del C.R.A. de Villar de Olalla. Bracear, trabajar, organizar, motivar, gestionar, en definitiva, servir al pueblo dotándole de un recurso que trasciende más allá de la propia apertura puesto que permite fijar población en un entorno rural, habla bien a las claras de este esfuerzo realizado por las instituciones. Parece que nuestros gobernantes se han dado cuenta de la necesidad de tomar medidas que palíen la lacra que sufren la inmensa mayoría de nuestros pueblos. Tarde, pero por algún lado hay que comenzar.
Sin lugar a dudas, la existencia de aulas, de colegios, ejerce de piedra angular en el desarrollo de un medio rural que se ve torpedeado por la despoblación, término manido y usado que corre el riesgo de quedar vacío de su verdadero significado. Un pueblo que “sufre” las carreras de los niños, que recoge las risas, las voces, los juegos, está vivo. Pero Ovidio hablaba de agitar los brazos, aunque no se vea tierra. Es el momento, por tanto, de hacer todo lo posible por acercar la tierra al náufrago. Miren, tras los niños van los padres. Si los niños realizan sus estudios sin coger un autobús, los padres tendrán una razón más para desarrollarse personal y laboralmente en la misma localidad con lo que se podrán y deberán instalar más servicios en el municipio. Es un poco la pescadilla que se muerde la cola. Pero son las instituciones las únicas que pueden propiciar la presencia de estas pescadillas en el mundo rural. Y en este punto a veces pienso que tampoco les interesa excesivamente la puesta en marcha de un verdadero plan que ataque el verdadero problema. ¿Interesa que haya médicos en pueblos de cincuenta habitantes? Sí, he dicho que haya. Precisamente en esas poblaciones el envejecimiento de la ciudadanía obliga a la presencia médica continua. ¿Conviene que haya 5G en el mismo pueblo? Dudo que se quiera hacer esa inversión por parte de la empresa correspondiente. Si no es así, mala solución hay. De todas formas, se crearán comisiones para atajar este asunto y, como decía mi amigo Charlie, todo el que no tiene nada que hacer se reúne. Veremos.