Este pasado fin de semana se ha disputado en León la 18ª Copa Plenitude Asobal con la participación del equipo organizador, el Abanca Ademar, y los tres primeros clasificados de la liga, al término de la primera vuelta. Sabiendo que el Barcelona es el líder intratable y, por lo tanto, uno de los que siempre acude y siempre la gana, también en León, el interés se centra en quiénes son los otros dos participantes. Candidatos hay varios, como el Granollers, Bidasoa y Logroño. Y esta temporada el Torrelavega, por su gran liga. Pero miren por donde, en esta edición se metió el REBI Cuenca que terminó tercero y ahí sigue.
En Cuenca este hecho se consideró histórico, era la primera vez que el equipo que ahora dirige Lidio Jiménez, no sólo no lucha por no descender, es que está en la Copa Asobal, torneo al que sólo acuden los tres mejores de la liga en el ecuador de la misma. Un hecho histórico asumido por la afición conquense, empezando por la Peña Furia Conquense, que contagió a muchos aficionados, algunos a los que cuesta verlos en El Sargal, pero la cita era importante, era histórica (ya veremos si se repite) y había que ser testigo de ello en León.
Se sabía que la Furia Conquense había organizado un desplazamiento masivo con dos autobuses y muchos vehículos particulares, pero no éramos conscientes en la previa al numeroso número de aficionados que acompañaron a esta peña. Conclusión, la ciudad de León parecía Carretería en hora punta. No había calle del Barrio Húmedo o del entorno de la Catedral en la que no se viera la camiseta de la Furia Conquense o el rostro de un conocido. El desfile de todos juntos al Palacio de los Deportes donde se jugó la semifinal ante el Barcelona, fue todo un espectáculo que dejó huella en los leoneses.
Lo mejor estaba por llegar, lo mejor fue la actuación de la afición conquense en el Palacio. Desde que empezó el partido hasta que terminó, con clara y esperada derrota ante el Barcelona, los aficionados conquenses no dejaron de animar con sus cánticos al equipo. Imagínense a cerca de 400 aficionados dejándose llevar por el fervor a un equipo, a una plantilla a la que adoran y por la que muestran admiración por estar viviendo un momento histórico. El final del partido, con la plantilla en la pista respondiendo al cántico de habitual de apoyo al equipo, por parte de la afición, fue de auténtica comunión. Como Asobal dijo, se han traído El Sargal a León.
Las redes sociales se han llenado de admiración al ejemplo dado por la afición conquense, la mejor del balonmano español, así como los medios informativos leoneses que no esperaban una afición tan numerosa y tan deportiva.
Era una cita histórica, sí. Por eso llama la atención que en el Ayuntamiento de Cuenca no lo entendieran así y no se desplazase a este partido, representante alguno, sobre todo nuestra querida concejal de Deportes, Charo Rodríguez, tan atenta y voluntariosa con el deporte de la ciudad.