Enrique Belda

LOS POLÍTICOS SOMOS NOSOTROS

Enrique Belda


En marcha la operación maquillaje

12/05/2020

Ya ha empezado en serio el asunto, y a fondo, de la selección de colectivos y medios con más notoriedad para regar con subvenciones. Como hacen los dirigentes malos en todas las guerras, llaman la atención ciudadana con sus resortes de difusión para que arrastren a la mayoría bienintencionada. Son dos las vertientes, la pública, centrada en el pasado, con el Gobierno a la cabeza, dispuesto a que se reescriba la historia de la pandemia con la euforia de la primera cervecita en la calle; y la encomendada a los amigos, centrada en el futuro, al mando de los colaboradores necesarios (en las últimas horas ya han salido los de siempre, Almodóvar, Bardem y Cía.) que piden expresamente que no se vuelva a la normalidad de antes (la de todos, habría que decir), pues ya están ellos para indicarnos el camino oportuno, junto con Assange y Juliete Binoche.
En fin, si no lo creen, lean la evolución del catecismo (por ejemplo, El País) para apreciar cómo pasa de la crítica al Gobierno por la presión de la realidad y la calle, al simple ataque a la oposición. ¿Qué hay de la gente?: pues ya nos manejan desde pocos días después del confinamiento, como chivatos de la minoría insolidaria o simplemente cansada.
Se alienta la condena social al que no contribuye a la medida drástica, y prefieren ofrecer imágenes moralizantes de los desesperados que rompen el confinamiento mientras son insultados y delatados por sus vecinos: pocas imágenes los 30.000 sepelios (se omiten muertos que fallecen por otras causas ya que el entrañable doctor del pelo ensortijado afirma que no es posible imputar al Covid-19 todo el incremento de decesos respecto de la primavera pasada); o escasas han sido las entrevistas al que cuenta los días y las horas para retomar su pequeña actividad y poder ganar dinero, mientras ve pasar por delante a los malpagados repartidores de las grandes cadenas de distribución, cuyos jefes saldrán más ricos de lo que ya son. Enseguida vendrán fotos de las terracitas veraniegas, ya está pasando en Canarias, pero se censurarán las imágenes de sanitarios descompuestos. Queridos tunantes: el grueso de la población tiene problemas compartidos de salud física y mental, no nos vendan que esto será la gesta bonita con final feliz de la que renacerá un nuevo orden, y que relataremos a nuestros nietos añorando los aplausos, y los jabalíes y pajaritos que anduvieron tranquilos por el asfalto. Ojalá la operación les salga bien, y a final de año, los autónomos hayan recibido su dinero, los del ERTE su repuesto trabajo, los parados su subsidio, los funcionarios sus haberes íntegros, y el resto la renta mínima. Como no sea así, todos los polvos de maquillar del mundo no podrán ocultar el cabreo ante tanto pastoreo, y quizá hayan de recurrir al reparto de otro tipo de polvos, esta vez de color blanco colombiano, para que nos traguemos tanta monserga. ¡Mira que idea!: a lo mejor los del mundillo del cine que no quieren volver a la normalidad les consiguen el contacto de algún camello de confianza y no les timan en la compra del ‘material’, como pasó con las mascarillas y respiradores.