Concluidos los fastos veraniegos retomamos esa rutina que vuelve a organizarnos a todos. Son días de cuadrar horarios entre los estudios de chino de los niños, el entrenamiento del club deportivo y la práctica del instrumento musical. Tienen su punto de locura, pero, pasadas un par de semanas, pondremos velocidad de crucero hasta el próximo periodo vacacional, hasta Navidad. Mientras tanto, munícipes y ciudadanos ponemos en marcha proyectos y actividades que el velo estival ha camuflado durante unos meses. O por lo menos los traemos a primera línea. La puesta en marcha de la maquinaria doméstica de la ciudad nos ha traído esta semana, al menos, dos noticias buenas y otra no tanto.
El pasado martes, la asociación Hispania Nostra (vigilante jurado del patrimonio nacional) incluía en su lista roja del patrimonio el catedralicio Arco de Jamete instando a actuar con un carácter urgente en su mantenimiento. Es cierto que desde la S.I.C.B. se está haciendo todo lo posible para mantener la impresionante riqueza que alberga entre sus muros, pero este problema no puede ser resuelto exclusivamente por la Iglesia Diocesana. Debe ser una labor continua, continuada y coordinada de tantas cuantas administraciones y entidades podamos sumar. Esa es nuestra primera P, la del Patrimonio. O mejor, la de su cuidado.
Por parte de nuestro Ayuntamiento se lanza la segunda edición de los presupuestos participativos. Yo creo que esta medida es buena en tanto en cuanto permite al ciudadano proponer mejoras en su calle, en su barrio…no olvidemos que somos nosotros quienes sufrimos de primera mano las deficiencias o necesidades más perentorias.  Además, de esta manera trasladamos al Ayuntamiento un estudio más o menos exhaustivo de todo aquello que necesitamos o creemos conveniente para el mejor desarrollo capitalino. Bueno, pues ya tenemos la segunda P, la del presupuesto.
Y finalmente la tercera noticia a la que hacía referencia es la reactivación de la vida nazarena tras la primera reunión celebrada por la Junta de Cofradías con la idea clara de trabajar para que la cuaresma y Semana Santa 2022 vea actividades y procesiones en la calle. Ojalá sea así. Sería dar un paso enorme de cara a retomar la vida pre pandemia, pero no será sencillo, desde luego. Ver nuestras Imágenes en la calle esta próxima primavera va a suponer un esfuerzo organizativo brutal por parte de hermandades, Junta de Cofradías y Ayuntamiento para poder hacerlo cumpliendo las medidas sanitarias. Pero, desde luego, son capaces de afrontar este reto y llevarlo a buen puerto. Y esta sería la tercera P de la semana, la P de Procesiones.
Solo son tres Pes pero tiene sentido pensar que sin un Presupuesto (participativo o no) que apueste por el cuidado definitivo de nuestro Patrimonio seguiremos sumando inscripciones en esa lista roja. Sin un Presupuesto que apoye firmemente la celebración, cuidado y promoción de nuestras costumbres y tradiciones (Procesionales o mateas), veremos cómo la ciudad sigue languideciendo entre pintadas (que esa es una pe de las malas) y parches elevados a definitivos. Y, sobre todo, es necesario un Presupuesto que permita el aumento de nuestro Patrimonio Industrial. Esperemos.