Abril, aguas mil y todas caben en un barril. Este es uno de los muchos dichos que tiene el refranero español y que, este año, se cumple más que nunca. Las precipitaciones que han caído a lo largo del mes pasado auguran buenas cosechas en los venideros. No obstante, las bajas temperaturas y las numerosas borrascas que se han dado durante los cuatro primeros meses del año han provocado más de 700 siniestros en la provincia.

Este número de partes es el que maneja la Agrupación Española de Entidades Aseguradoras de los Seguros Agrarios Combinados (Agroseguro), que estima que las inclemencias del tiempo desde enero  y hasta el pasado 30 de abril han causado pérdidas en 10.470 hectáreas de superficie cultivada. 

Y es que la primera borrasca importante del año, ‘Filomena’, ya causó numerosos siniestros en ajos, cereales, leguminosas, viñedo, frutos secos y sobre todo olivar. En este último cultivo, de carácter familiar y de pequeñas explotaciones, no se suelen realizar contrataciones de seguro.  

Las heladas posteriores y los pedriscos de las tormentas primaverales han acabado por perjudicar a 7.063 parcelas. Una cifra ciertamente importante y sensiblemente superior a la que se había producido en los años anteriores. Algo parecido pasa con el número de siniestros que, a día de hoy, ya suman hasta 734 –400 de ellos del viñedo y 253 de cultivos extensivos–. 

De las 10.470 hectáreas afectadas, Agroseguro confirma que el viñedo es el cultivo que más pérdidas acumula con 6.122 hectáreas  –el 54,8% del total–. De esa cantidad, 6.001 fueron por bajas temperaturas, pero también se reparten otras causas como los pedriscos, los daños en plantación, la marchitez fisiológica, fallos de nascencia, o los daños provocados por fauna silvestre y cinegética. 

El segundo cultivo más afectado en este primer cuatrimestre son los cultivos extensivos, los cereales y las leguminosas, que han registrado daños en 3.733 hectáreas.

Sin embargo, las pérdidas más cuantiosas han sido causadas por la fauna cinegética, caso del conejo, ciervo, gamo, jabalí, o muflón, que han llegado a afectar a casi 2.000 hectáreas. Igualmente, el pedrisco y las heladas tienen su buena parte de culpa. La primera causa se extendió por 1.111 hectáreas del cultivo y la segunda sumó 401.