El mismísimo Alfonso X El Sabio ha recibido esta semana a la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, a las puertas de la Biblioteca Nacional de España (BNE). A los pies de su escultura, en la escalinata de entrada al edificio en pleno Paseo de Recoletos, la esperaba también la directora general de la institución, Ana Santos Aramburu, para firmar un protocolo de colaboración que permitirá desarrollar a lo largo de este 2021 y el año próximo actuaciones conjuntas de promoción y divulgación del legado de uno de los reyes que, a pesar del apelativo, no supo que pasaría a la historia como uno de los precursores del modernismo y que acabaría derribando el feudalismo.

Se trata de un acuerdo de colaboración firmado para difundir el legado de este rey curioso e intelectual, que dejó una extensa obra en la que predominó la «permanencia». Aramburu destacó ese interés que mostró el monarca por la «permanencia de la palabra escrita», en los soportes que hoy conserva la Biblioteca Nacional y que quedarán expuestos desde el próximo mes de noviembre con motivo de la celebración del VIII Centenario del nacimiento de Alfonso X El Sabio.

Se expondrán en una de las salas de la BNE reservada para los grandes eventos culturales, y donde ya se dejó ver el Cantar de Mio Cid. Servirá de «antesala», según dijo, a la gran exposición que ya en el mes de marzo de 2022 se inaugurará en el Museo de Santa Cruz de Toledo. Códices originales con los que «fomentar la curiosidad intelectual» de los visitantes para que luego vayan a Toledo, confió Aramburu.

La directora de la Biblioteca elogió este tipo de acuerdos que «nos benefician a todos» y con el que «demostraremos que Alfonso X es de todos». «La BNE tenía que estar ahí» subrayó, para hacer que ese legado no solo permanezca, sino para que se transmita, así lo vinculó con la idea fundacional de la institución que dirige.

Un genio. La alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, se mostró ilusionada por poder presentar en este enclave un evento en el que, según dijo, llevan trabajando desde hace años, con el objetivo de «conservar, valorar y difundir» la obra y  vida de este rey, 800 años después del «nacimiento de un genio».

Una celebración que pretende que sea «un foro de eclosión cultural y académico» que dará la oportunidad a todo el que quiera acercarse para «revisar su figura y divulgar su legado». Un «revulsivo» señaló también, para impulsar y reactivar la cultura, la actividad artística y el turismo de una ciudad que necesita poder volver a insuflar oxígeno a su tejido productivo. Para ello, bajo la batuta de Martín Molina, se ha diseñado un amplio programa de actividades que acompañarán a la «magna exposición» del Museo de Santa Cruz, y que después de verano cogerá una «velocidad de crucero». Tolón manifestó su intención de que sea, además de un evento académico, una «celebración popular», cercana y accesible a la sociedad toledana para lo que habrá música, danza, gastronomía o eventos deportivos.

La primera edil no dejó pasar la ocasión para agradecer la disposición de la BNE en esta colaboración que supone aprovechar sinergias, recursos, y sumar voluntades que no harán sino «multiplicar» ese efecto que se busca, el de divulgar y difundir la obra de Alfonso X El Sabio.

Exposiciones. Desde noviembre y hasta febrero de 2022, la Biblioteca Nacional de España dejará ver en una muestra algunos de los originales de Alfonso X, auténticas joyas bibliográficas que recorrerán su inquietud por el Derecho, la Historia, su interés por la Ciencia o el Culto a la Virgen. Cuatro áreas que harán transitar al visitante por su vida con obras originales y también con códices posteriores pero «fundamentales para entender la identidad española» apuntó la comisaria de la exposición de Madrid ‘Los libros del Rey Sabio’, Inés Fernández Ordóñez. Entre ellas estarán las famosas ‘Partidas’ en las que destaca la utilización de la lengua que se hablaba en su reino.

Toledo acogerá esa otra gran exposición, ‘Alfonso X El Sabio, el legado de un rey precursor’, que comisaría el profesor de la UCLM Ricardo Izquierdo. Título que ya avanza la vida de un hombre que «se anticipó a su tiempo». Un rey con muchas luces pero también «algunas sombras» que no quiso desvelar «para no hacer spoiler» dijo.

Sí avanzó que se expondrán más de 180 piezas –desde códices originales hasta monedas y otros objetos–, cedidas para esta efeméride por medio centenar de entidades prestadoras, como la BNE o instituciones de Francia, Londres y la mismísima Biblioteca Vaticana. Su recorrido en cinco secciones permitirá conocer la figura de Alfonso X desde que era infante, pasando por sus facetas como rey político, conquistador, erudito, intelectual, repoblador, su devoción Mariana, su interés por la astronomía y astrología –que tendrá una «presencia efectiva» en la muestra, desveló Izquierdo–, hasta el final de su reinado, marcado por las dificultades de la sucesión que recaería en Sancho IV. Al final, habrá un repaso por lo que se conoce como el «juicio de la historia y los historiadores», cómo ha sobrevivido su figura a lo largo de los siglos. Ese examen de la historia en la que se verán esas luces de un «rey moderno». Un rey reformista que preconizó la modernidad y dejó atrás el feudalismo, pero que también tuvo sus sombras.