Exultante por los buenos resultados obtenidos en las elecciones de ayer, en los que logró 57 diputados, 25 más que en los anteriores comicios de junio de 2016, el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, agradeció en primer lugar a todo su equipo el trabajo realizado en las intensas jornadas de campaña desde la sede del partido en Madrid. Y dejó claro, desde el principio, su postura de cara a la formación del próximo Gobierno: los naranjas no pactarán con el PSOE, sino que vigilará de cerca sus movimientos desde la oposición.

«Hay mucha a gente a la que no le gustará este Ejecutivo», en alusión a la posibilidad de que el secretario general de los socialistas conforme su Gabinete con el apoyo de Unidas Podemos y el bloque nacionalista, entre otros, pero, añadió, «que no se preocupen, porque más pronto que tarde estaremos al frente del Ejecutivo de este país».

En este sentido, Rivera destacó el crecimiento registrado por su partido en solo tres años, del 80%, un dato que resumió en una frase: «Somos la esperanza y la ilusión de España. Un grupo de valientes que inició un nuevo proyecto en el que nadie confiaba hace una década y que hoy representa la tercera fuerza política del país».

El presidente de Cs se erigió como el líder de la fuerza que mejor representa a la sociedad española porque, como apuntó, «venimos de ahí, somos un grupo de currantes cuya máxima es luchar por la defensa de la libertad y la igualdad». «Pronto habrá un Gobierno que suma y no divide, que mira al futuro y no al pasado, moderno y abierto», aseguró el dirigente naranja jaleado por sus seguidores.