La localidad conquense de Cervera del Llano ha aparecido este martes con varios destrozos, a causa de la tormenta de ayer que descargó alrededor de 60 litros por metro cuadrado en apenas hora y media. El chaparrón comenzó a descargar de forma violenta sobre las ocho de la tarde, anegando el alcantarillado de la población. No hubo que lamentar desgracias personales, pero el agua arrasó e inundó numerosos campos de cereal que aún no habían sido cosechados, además de frutales, y obligó a los vehículos que transitaban por la A-3 a deternerse incluso para evitar accidentes, según relatan varios testigos. "Afortunadamente no hubo siniestros, pero los coches tuvieron que ir con precaución porque llovía con fuerza y con bastante piedra", cuenta el alcalde, Pedro Álvarez, que indica que "algunas tapas de alcantarilla saltaron por lo aires y se inundó un parque infantil que habíamos estrenado hace poco. Cayó tanta agua que en algunos puntos bajaba con tanta velocidad que alarmaba". 

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No obstante, el agua vendrá bien a los girasoles que están en esta época en periodo de nascencia y necesitaban del líquido elemento para desarrollarse. La tormenta también afectó, en menor medida, a los municipios colindantes de Olivares de Júcar, La Almarcha, San Lorenzo de la Parrilla o Villares del Saz.