Finaliza el curso con cerca de 265 docentes contagiados

Leo Cortijo
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El sindicato de docentes ANPE hace balance de lo que ha ocurrido este año en las aulas de la provincia y pide que el curso que viene se mantengan las medidas Covid en los centros educativos, además de que se refuercen las plantillas.

El presidente de ANPE Cuenca, José Vicente Villalba, y el secretario de finanzas del colectivo, Pablo Berenguer, en rueda de prensa. - Foto: Leo Cortijo

Esfuerzo, profesionalidad y dedicación. Esos han sido los tres pilares fundamentales sobre los que se ha sustentado la clave del éxito para sacar adelante un «complicadísimo» curso escolar, marcado irremediablemente por la pandemia. El sindicato de docentes ANPE hace balance de lo que ha ocurrido este año en las aulas de la provincia, una vez que el timbre suena por última vez y los estudiantes encaran sus vacaciones de verano. El curso, que comenzó con «incertidumbre al no haber unas medidas claras» y con «mucha burocracia» por tener que implantar normas de organización y planes especiales de contingencia, se saldó con en torno a 265 docentes contagiados, lo que supone casi el nueve por ciento del conjunto del colectivo.

Así lo dio a conocer en rueda de prensa el presidente de ANPE Cuenca, José Vicente Villalba, que avisó que los datos se circunscriben solo hasta el 15 de abril. Aunque nunca se sabrá con exactitud si esos profesores se contagiaron en el aula o fuera de ella, para el máximo responsable del sindicato en territorio conquense es un porcentaje «bastante alto» que a su vez «podría haber ocasionado más contagios». Según argumentó, la cifra «no es preocupante, pero sí relevante», y por eso el balance en este sentido no es tan negativo como se podía esperar cuando se anunció el regreso a los centros educativos en septiembre del año pasado. Ahora bien, «tampoco tan bonito como nos lo han pintado».

El freno a la posible propagación del virus fue la vacunación. Villalba recordó en este sentido que la última comunidad en vacunar a sus docentes fue Castilla-La Mancha, por lo que los profesionales de la educación estuvieron expuestos durante seis meses. Ahora –comentó– el colectivo está pendiente de qué ocurrirá con la administración de la segunda dosis, puesto que en su totalidad ha sido vacunado con AstraZeneca. «Algunos docentes han recibido los SMS para elegir, otros no han recibido nada y a otros no se les da esa opción», señaló.

Por otro lado, desde ANPE cuestionan con vehemencia la «insuficiente» contratación de profesores de apoyo con motivo del Covid. Tal y como explicó el presidente, el curso arrancó en la región sin los 3.000 docentes más que Emiliano García-Page anunció para reforzar las plantillas. En realidad, puntualizó, fueron solo 870 más, de los que Cuenca recibió 97. 

Así todo, desde ANPE reclaman de cara al próximo curso que la Administración mantenga al menos las medidas tomadas este año, respetando el metro y medio de seguridad entre alumnos, y no la reducción de 30 centímetros que se ha propuesto desde el Ministerio, argumentan, «para posibilitar al máximo el desdoble de los grupos y que éstos se mantengan y sigan una continuidad tan necesaria en estos momentos». De la misma forma, también esperan una dotación «generosa y suficiente» de docentes para poder hacer efectivas estas medidas. En este punto, recalcaron que de en torno a los 80 docentes que se perdieron en Cuenca hace una década, tan solo se ha recuperado un tercio.

Temporal ‘Filomena’. Un punto y aparte en el balance de ANPE mereció ‘Filomena’. Desde el colectivo se mostraron molestos porque además de sus labores habituales y a las adquiridas por la pandemia, se sumaron otras «para evaluar y valorar» si los centros eran seguros tras los daños ocasionados por el temporal.

Y así, recordaron que ANPE exigió que debían ser «técnicos cualificados» los encargados de llevar a buen puerto ese cometido y no ellos. Además de eso, añadieron, la consejería de Educación «premió» el esfuerzo del profesorado con la recuperación de los días sin actividad lectiva que dejó el temporal. Una decisión «unilateral y política que no pactó ni acordó con nadie y que trajo más problemas que soluciones».

Más de una decena de puestos de trabajo suprimidos. Un apartado que ocupó parte del balance de ANPE del curso escolar fue el cierre del CEIP San Julián. No solo por el hecho en sí, sino por el «oscurantismo» con el que se hizo. El presidente del colectivo, José Vicente Villalba, puso sobre la mesa el «perjuicio» que esta acción ha tenido, no solo en lo tocante al cierre, «que estaba previsto», sino en relación a las formas.

Además, subrayó que el cierre de este centro ha supuesto la desaparición de cuatro puestos de trabajo, a los que además hay que sumar otros siete repartidos en la provincia. Según explicó en rueda de prensa, dos secciones echarán el cierre, Chumillas, perteneciente al CRA de Campillo de Altobuey, y Olmedilla de Alarcón, del CRA de Valverde del Júcar. Casasimarro, Carboneras de Guadazaón, Cañete y Honrubia son otros municipios de la provincia que registrarán bajas de docentes en sus respectivos centros educativos. Por el contrario, abrirán sus puertas los colegios de La Hinojosa y Jágaba.

Asimismo, desde el sindicato esperan que todas las obras y reformas previstas para los centros de la provincia «se hagan y se programen» con el suficiente tiempo, «de forma que estén concluidas antes del inicio del curso escolar, evitando así los problemas y trastornos que todos los años hay al convivir esas obras con las clases».