La iglesia de El Salvador se llenó metafóricamente del sonido de las palmas al agitarse al viento en el Hosanna y se hizo Domingo de Ramos para la celebración de los primeros Cultos de la Venerable Hermandad de Jesús entrando en Jerusalén y Nuestra Señora de la Esperanza en la que es ya su nueva casa. Con motivo de la festividad de Cristo Rey del Universo, la Hermandad organizó su Función con recogida de alimentos y su misa de difuntos, primeros actos oficiales de la Hermandad en su nueva sede canónica, motivo por el que desde la misma han querido que sirvan como muestra de agradecimiento a la parroquia por la acogida que les han brindado.

A la Función religiosa –concelebrada por el consiliario de la Hermandad, Pedro José Ruiz Soria, y por el párroco titular de El Salvador, Gonzalo Marín– asistieron, además del presidente y vicepresidente de la Junta de Cofradías y los Hermanos Mayores de La Borriquilla, los representantes del resto de hermandades que tienen su sede canónica en esta iglesia, así como miembros de otras hermandades, personalidades e instituciones con las que La Borriquilla tiene una especial relación. 

Mención especial a la invitación al Cabildo de la Catedral de Cuenca, templo en el que las Sagradas Imágenes finalizan en su procesión del Domingo de Ramos, y a las RR. MM. Concepcionistas de la Puerta de Valencia, en agradecimiento por su labor de tantos años. La Función contó con acompañamiento musical de lujo: el del Coro de la Capilla de Música de la Catedral, dirigido por José Antonio Fernández. 

«Han sido momentos muy emotivos, hemos visto por primera vez a nuestras Sagradas Imágenes en el Altar Mayor del Salvador para nuestros Cultos, con los Guiones del resto de hermandades acompañando, y desde la Hermandad estamos muy contentos por la respuesta de nuestros hermanos y de los de otras hermandades», cuentan desde la directiva. No es para menos: la iglesia se llenó para la Función, mientras que la misa de difuntos del lunes «contó con bastante más participación que otros años». 

Satisfacción también en la Hermandad por el desarrollo de la campaña de recogida de alimentos, más nutrida este año. Desde La Borriquilla ya se ha hecho entrega a Cáritas Parroquial de El Salvador de lo aportado por los asistentes a la Función.

La V.H. de Jesús Entrando en Jerusalén y Ntra. Sra. de la Esperanza aprobaba el cambio de sede canónica de Santa Ana al Salvador el pasado mes de febrero y se trasladaba a la Capilla del Corazón de Jesús en el mes de marzo, tras un emotivo acto de agradecimiento y despedida de la parroquia que fue su casa desde su fundación en 1973. 

Emoción y reconocimientos. En el marco de la Función religiosa, la Hermandad quiso tener una serie de detalles y reconocimientos con las personas que han trabajado especialmente para que el cambio de sede canónica fuera una realidad. Así, se repartió una estampa conmemorativa a los asistentes y se entregó «un pequeño recuerdo al resto de hermandades de la parroquia, en agradecimiento».

La Hermandad agradeció también muy especialmente al párroco del Salvador, Gonzalo Marín, el que «nos haya abierto las puertas de la parroquia». Por este motivo, tanto el párroco como el vicario del Salvador recibieron la medalla de la Hermandad de manos de los Hermanos Mayores. A la parroquia se le hizo entrega de «un cuadro conmemorativo con la medalla de la Hermandad enmarcada». El consiliario de La Borriquilla recibió también un cuadro conmemorativo con la medalla de la Hermandad.

Rehabilitación de la Capilla. Entre los principales proyectos que acometerá la Venerable Hermandad de Jesús entrando en Jerusalén y Nuestra Señora de la Esperanza en los próximos años se encuentra el de la rehabilitación de la Capilla del Corazón de Jesús. En la Junta General de este sábado se informará a los hermanos sobre el estado de avance del proyecto, que se encuentra en sus primeras fases. La rehabilitación contempla tanto el acondicionamiento del espacio, para eliminar las humedades que presenta actualmente, como mejorar la disposición de las tallas dentro del mismo, siguiendo el estilo del resto del templo.