La Guardia Civil incluyó ayer como novedad en el sumario del caso de la profesora Laura Luelmo el hallazgo de una manta con restos de sangre en el punto kilométrico 167 de la N-435, cerca de Las Mimbreras, es decir, a un kilómetro del paraje donde encontraron el pasado lunes el cuerpo sin vida de la joven. En el camino de acceso al cementerio de El Campillo (Huelva) recuperaron también una bolsa de plástico con las llaves del coche y del domicilio de la maestra, además de un monedero y enseres de higiene. Lo que sigue sin parecer, por el momento, es su teléfono móvil.

Fuentes de la investigación adelantaron que la manta con restos de sangre está pendiente del análisis científico, aunque todos los indicios apuntan a que se trata de restos de la chica de 26 años natural de Zamora. Tanto a la manta como a la bolsa de plástico llegaron los investigadores tras el interrogatorio de Bernardo Montoya, autor confeso del crimen. 

Las llaves son del coche Kia de la joven y de la casa en la calle Córdoba. Tanto esta vivienda como la de enfrente, donde vivía Montoya, están siendo objeto de análisis para recabar pruebas del crimen. También se analiza el coche Alfa Romeo negro del autor confeso.