El Hospital General Universitario de Ciudad Real (HGUCR) comunicó este martes a la Dirección General de Salud Pública de Castilla-La Mancha un caso de legionelosis. La afectada es una mujer de 86 años de edad y vecina de Alcolea de Calatrava, según confirmaron a La Tribuna fuentes municipales. Se trata de un caso aislado del que aún no ha trascendido la posible causa del contagio. Hay que recordar que el brote de esta enfermedad se declara a partir de tres afectados, tal y como subrayaron desde la Consejería de Sanidad, que inmediatamente envió a varios profesionales a Alcolea de Calatrava para analizar posibles focos de infección. El alcalde de Alcolea de Calatrava, Eduardo Plaza, confirmó este extremo e hizo hincapié en que el posible foco «no está relacionado» con dependencias o mobiliario municipales, puesto que la localidad no cuenta con fuentes ornamentales (había dos pero se quitaron hace unos años), torres de refrigeración en edificios ni riego por aspersión (se lleva a cabo mediante cubas). «Y así lo han reflejado en un acta los técnicos de Salud Pública», apostilló el regidor. La provincia de Ciudad Real no es ajena a esta enfermedad epidemiológica. El brote de legionela que sufrió Manzanares a finales de 2015 tuvo la «mayor tasa» de ataque de todos los conocidos hasta esa fecha y se saldó con cuatro fallecidos (cinco según la plataforma de afectados) y decenas de afectados. En el informe que la Consejería de Sanidad elaboró para explicar las actuaciones llevadas a cabo se destacó que la «rápida» intervención de la Dirección General de Salud, junto con la activación inmediata de los servicios asistenciales del área de Manzanares, permitieron «minimizar» los efectos de la enfermedad e interrumpir la transmisión de la enfermedad en el «menor tiempo» posible. La Administración regional también subrayó que la tasa de letalidad registrada en el contexto del brote fue una de «las más bajas» de las registradas en brotes comunitarios de legionelosis.