«La recuperación vendrá, pero puede haber contratiempos»

Leo Cortijo
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No cree que haya un «secreto» o una fórmula mágica para que un empresario alcance el éxito. Francisco Javier Talavera reduce todo a algo tan sencillo como «el trabajo y la capacidad de esfuerzo» para que el barco llegue al puerto deseado.

«La recuperación vendrá, pero puede haber contratiempos» - Foto: Javier Pozo

No cree que haya un «secreto» o una fórmula mágica para que un empresario alcance el éxito. Francisco Javier Talavera reduce todo a algo tan sencillo como «el trabajo y la capacidad de esfuerzo» para que el barco llegue al puerto deseado sin importar los vientos que soplen. Es una voz autorizada en la materia, no solo por haber sido reconocido por Cecam, sino por toda una vida de trabajo. Una vida, por cierto, ligada a la cuota de «valentía» que siempre debe circunscribirse al emprendimiento. Es imposible entender ambos conceptos de forma separada.

Premio al empresario de la provincia dentro de los Premios Empresariales Cecam. ¿Qué inyección de moral supone para un empresario que se le reconozca por su labor de cara a continuar en la brecha? 

Tomar la decisión de emprender un negocio no es fácil... Los primeros años de Sertranin fueron muy desafiantes para mi mujer y para mí. No disponíamos de medios económicos, no teníamos casi infraestructura, comenzamos instalando la oficina en el mismo piso en el que vivíamos y esperábamos que sonara el teléfono para empezar a tener cada día más actividad... Poco a poco, fuimos viendo que las llamadas eran cada vez más frecuentes, empezamos a necesitar más espacio y personas que nos ayudaran en el negocio, y decidimos mover nuestra base a unas instalaciones mucho más preparadas. 

Desde ese momento fue un no parar. Fuimos creciendo prácticamente a doble dígito cada año, viendo cómo cada vez teníamos más clientes y un mayor volumen de ventas, lo que nos hizo plantearnos la expansión, hasta día de hoy. Volviendo la vista hacia atrás y pensando en todos esos momentos, que haya un grupo de profesionales que decidan reconocer esta labor me hace pensar que, definitivamente, algo hemos hecho bien durante estos 25 años que llevamos trabajando.

Comenzó a trabajar con 16 años con su padre en el campo. Luego se incorporó a la empresa privada y después abrió la suya propia empezando con un camión y hoy liderando Sertranin, que es un gigante en el sector. Para que le hablen a usted de superación, emprendimiento y trabajo...

Así es, superando todas las dificultades. Una vez que estás en el día a día, todo parece más sencillo y fluido. Pero, volviendo la vista hacia atrás, pienso en los duros momentos que hemos pasado y me da vértigo solo pensar en lo que hemos sido capaces de conseguir, de las veces que hemos superado las dificultades, que no han sido pocas, y la verdad es que pienso que algo valientes sí fuimos, que en muchas ocasiones sacamos fuerza de donde probablemente no la teníamos, y más todavía considerando que en esta aventura incluimos otras adicionales como la de formar una familia, que es otro proyecto igual o más importante.

¿Cuál es el secreto para construir una empresa desde la nada y hacer que navegue así cuando la inmensa mayoría desaparecen antes de cumplir un año de vida?

Personalmente, no creo que haya un secreto que haga que un nuevo negocio sea un éxito o no. Creo que el éxito se debe a un conjunto de circunstancias, como tener una idea de negocio que cubra una necesidad de mercado, decidir invertir en ello a pesar de saber que se puede perder todo. Pero, sobre todo, trabajo y capacidad de esfuerzo. Tener siempre presente que este camino es probablemente uno de los más complicados, que habrá días en los que no puedas dormir y épocas con preocupaciones constantes, pero que, con tesón y esfuerzo, las adversidades se van superando y el resultado es muy reconfortante.

Siempre que me topo con un empresario y más de su peso se lo pregunto: ¿Ser empresario hoy en día es una profesión de riesgo?

Sin ninguna duda, sí. Como comentaba antes, elegir el camino del emprendimiento trae implícitas muchísimas cosas, empezando por la incertidumbre de no saber si el negocio prosperará o no, sabiendo que hay muchas personas y familias que dependen de tu buen hacer, de tus decisiones y de la evolución del proyecto y, sobre todo, con una economía y sociedad tan cambiantes como en la actualidad.

Esta cuestión tiene, si cabe, más intención por un contexto como éste, en el que el sector del transporte las está pasando de aquella manera. El precio de los combustibles, la falta de mano de obra, los aranceles para traer productos... Son muchos hándicaps, ¿verdad?

Así es, en la actualidad estamos viviendo un momento complicado: la falta de mano de obra cualificada es más que evidente, buscamos conductores a diario y es difícil encontrar este tipo de personal. Cuando decidimos apostar por ellos, ponemos todo nuestro empeño en darles la formación adecuada. En muchas ocasiones, una vez invertido todo este tiempo y esfuerzo, tenemos que volver a empezar el proceso de nuevo por la rotación tan elevada que hay debido a la demanda de estos profesionales en el mercado.

Otro gran problema que está ocasionando unos resultados muy variables en nuestro sector es, como tú bien dices, el elevado precio del combustible. Este sector es totalmente dependiente del combustible y es una partida de gasto permanente en nuestras cuentas. Su variabilidad hace que nuestros resultados fluctúen constantemente, lo que hace muy complicado hacer previsiones a largo plazo. Estos son los dos principales problemas, entre otros, que encontramos hoy en nuestro sector. 

¿Cuáles son los principales desafíos a los que se enfrenta el sector a medio y largo plazo?

Como comentaba antes, ahora mismo estamos viviendo una época en la que la falta de profesionales es muy notable lo que provoca, junto con la volatilidad del petróleo, que tengamos unas previsiones de crecimiento conservadoras.

¿Y las soluciones a esos problemas?

Con relación al problema de los conductores, la solución debería venir de parte de las administraciones públicas. Sería óptimo que se facilitara toda la burocracia que actualmente existe para poder incorporar a nuestras plantillas profesionales extranjeros, sobre todo aquellos procedentes de Latinoamérica, para los que España es un destino atractivo en el que continuar su desarrollo profesional.

Como empresario, ¿cree en la recuperación económica rápida que pintan unos o en la versión no tan edulcorada que dibujan otros? Algunos dicen que se está produciendo la 'tormenta perfecta' para no ser tan positivos en nuestros pensamientos...

Creo que la recuperación económica vendrá, pero sí es cierto que hay multitud de factores en la sociedad actual que pueden provocar contratiempos imprevistos. Así, llevamos casi dos años luchando contra un virus que parece que estamos superando, pero que todavía no ha sido derrotado; estamos viendo que la Unión Europea es fuerte, pero hay países que se resisten a la unidad y que todavía queda trabajo por hacer, además, el precio de la luz está en niveles históricos; las previsiones de crecimiento económico todavía son moderadas... hay múltiples factores que pueden ralentizar esta salida.

¿Cuál cree que es la receta para salir de ésta cuanto antes?

Creo que hay diferentes acciones que llevar a cabo para conseguir la recuperación económica en cuanto antes. Bajo mi punto de vista, los principales actores del cambio son los políticos y los diferentes gobiernos. Sería clave que, por una vez, las formaciones políticas dejen de lado todas sus diferencias ideológicas y trabajen juntos por el bien común, llevando a cabo acciones que impidan que los ciudadanos y las empresas pierdan poder adquisitivo, que se potencie el consumo y que, en definitiva, reactive el ciclo económico. 

El transporte juega un papel fundamental en ese sentido, tanto como el que jugó durante el peor periodo de la pandemia para traer hasta la puerta de casa todo lo que necesitábamos... ¿La sociedad es consciente del importante papel que juegan los transportistas en todos los sentidos?

Creo que no. Históricamente, el transporte ha sido un sector que ha pasado desapercibido mientras todo ha ido bien pero cuya función ha adquirido valor cuando ha existido un parón o problemas en la sociedad. Piensa, por ejemplo, en el transporte de medicamentos. Si este eslabón de la cadena de suministro no funciona bien, ¿cómo van a llegar las medicinas a las farmacias y a los hospitales? Por ponerte otro ejemplo, el transporte industrial. Si todos estos productos no llegan en tiempo y forma a las fábricas, ¿cómo vamos a producir coches o materiales de construcción? Si el transporte no funciona bien, los alimentos y las materias primas no llegan a sus destinos y la economía sufriría un gran bloqueo.

¿Y el Gobierno? Ahora dicen que van a plantear cobrar por el uso de las autovías. ¿Eso cómo puede afectar a las empresas del sector?

Por desgracia, el sector del transporte es un sector con unos márgenes financieros muy reducidos. Somos muy dependientes del precio del combustible y de otras materias primas. Ten en cuenta que las autovías son nuestras principales vías de trabajo y tener que pagar por usar un bien público lo único que hará será incrementar nuestras partidas de gastos de manera exponencial. Esto, sin duda, pondrá en peligro la viabilidad de nuestras empresas y hará tambalearse nuestra cuenta de resultados y replantear nuestras previsiones a futuro.

Las empresas dicen que falta mano de obra, y en concreto las del transporte, y la ministra de Trabajo que es porque los empresarios pagan poco. ¿Se paga poco en el sector del transporte de mercancías?

Para nada. Si bien es cierto que el transporte es una profesión muy dura, por los días que se pasan fuera de casa y por la presión que existe por llegar a los destinos en tiempo y con la mercancía en perfecto estado, también es verdad que económicamente está bien remunerado. El salario medio de un conductor está muy por encima del salario mínimo interprofesional, así como del salario medio en España. 

Los empresarios del sector somos conscientes de la dureza de esta profesión y de la necesidad de recompensar la labor que llevan a cabo los conductores. No obstante, no podemos olvidar que las empresas tienen un fin económico, que es ser rentables y generar riqueza a la sociedad, por lo que es necesario hacer un ejercicio diario para balancear las cargas económicas que soportan en sus diferentes partidas, sin olvidar el bienestar de sus empleados.