«La Justicia que es lenta al final no es Justicia»

I.M.
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Isamel Cardo era uno de los tres candidatos que en las últimas elecciones celebradas en el Colegio de Abogados de Cuenca se presentaba para decano. Le avalaban más de tres décadas de experiencia profesional y 12 años en el consejo regional

Ismael Cardo Castillejo, decano del Colegio de Abogados de Cuenca. - Foto: Reyes Martínez

Ismael Cardo es desde finales de diciembre del pasado año el decano del Colegio de Abogados de Cuenca, en sustitución del fallecido, Jesús Celada. Con 37 años de ejercicio de esta profesión sobre sus espaldas y doce años en el Consejo Regional de la Abogacía y con una junta de gobierno totalmente novedosa en estos menesteres, las apuestas de Cardo pasan por  la implantación de un servicio informático y su desarrollo y por la formación. El Colegio cuenta con 479 colegiados, de los que ejercientes son 294  y no ejercientes otros 185  y sus próximas convocatorias son, por un lado, unas jornadas sobre derecho penitenciario a celebrarse este mes en San Clemente y por otro, un curso de verano organizado junto a la UCLM en julio sobre la nueva ley de enjuiciamiento criminal y que será en el salón de actos de la Facultad de Ciencias Sociales del campus.

Usted es el nuevo decano del Colegio de Abogados de Cuenca. No obstante, ¿había estado antes en alguna otra junta de gobierno?

No. Ninguno de los que formamos la actual junta de gobierno habíamos tenido cargo colegial alguno antes. Yo en concreto me animé a presentarme una vez se habían convocado las elecciones y una vez quien había sido decano durante años, Jesús Celada, falleciese.  Recuerdo que las elecciones eran de renovación total de la junta y que al cargo de decano nos presentamos tres candidatos, dándose, por otra parte, la circunstancia de que dos llevábamos listas  y, además, abiertas, y el tercero era una compañera que únicamente  se presentaba a ese puesto.  Salí elegido el pasado 22 de diciembre y, dado que el voto viene a ser individual, en la junta, tal y como finalmente pasó, podíamos estar miembros de las dos listas.  La junta de gobierno la componemos ocho miembros.  

¿Hubo mucha diferencia de votos entre usted y los otros candidatos a decanos? 

Creo recordar que al segundo candidato le saqué una diferencia del 50 por ciento. 

¿Cómo así  Ismael Cardo decidió dar este paso?

Es cierto que había estado 12 años en el Consejo Regional de la Abogacía  como vicepresidente,  pero también es cierto que estando Jesús Celada nunca antes me había planteado la posibilidad de ser decano  porque no sólo era amigo suyo sino que también lo respetaba y me parecía buen decano. No obstante, una vez muriese, como he comentado, y dado que por mi edad no podía esperar más tiempo, di el paso.

Ha comentado que todos los que están en la dirección de este órgano colegial son nuevos en estos menesteres ¿Esto se va a notar de alguna forma, o no?

Nos presentamos con un programa porque la gente cada vez es más  consciente de que si quieres hacer cosas tienes que estar también gestionando. No se trata únicamente de criticar.

 No obstante, hay que decir, que aquí los abogados tenemos los mismos problemas que en cualquier otra parte del país, de manera que lo único que hay que hacer es dar prioridad a unos sobre otros. Apostamos y mucho por dotar al Colegio de equipos informáticos y por su desarrollo y por la formación. De hecho en este mes de junio vamos a tener las primeras jornadas de derecho penitenciario a celebrarse en San Clemente y en julio, hemos organizado junto a la UCLM un curso de verano sobre la nueva ley de enjuiciamiento criminal y la revolución que va a traer consigo para con el procedimiento penal. A parte  de necesidad es también una obligación que los abogados tengan la posibilidad de estar en continua formación, más aún, ahora y las nuevas tecnologías.

 Nosotros somos un Colegio pequeño con 479 colegiados, de los que ejercientes son 294 y  no  otros 185. Nuestros únicos  ingresos son las cuotas que pagan sus miembros y lo que puede recibir vía la gestión del conocido turno de oficio. Somos una entidad solvente y esto no quita para que siempre es buena la ayuda que podamos recibir para hacer cursos, jornadas u otros eventos o simplemente para mejorar la prestación de un servicio.  

Estamos mejorando la página web. 

En opinión del decano de abogados, ¿qué problemas tiene la Justicia en Cuenca?

Supongo que los mismos problemas que en todos los lados.  Aquí, aunque el volumen no es igual que el que pueda darse en las grandes ciudades, tenemos el inconveniente de que los juzgados son mixtos, que hacen tanto instrucción penal como civil,  o de que no exista un juzgado que se dedique sólo a las cláusulas de suelo.  Esto lógicamente conlleva un mayor retraso a la hora de tramitar un asunto y resolverlo.

¿Hay mucha demora en los juzgados de aquí?

Para el gusto de los abogados sí que hay demora en los juzgados. No obstante, si se compara con lo que pasa en otras partes del país, aquí  hay menos trabajo, pero también aquí hay menos personal que en otros. La Justicia siempre ha tenido el problema de que se ha invertido poco, por lo tanto, necesita de más personal y ahora, además, de más medios.  Aunque, en Cuenca, sin embargo, somos privilegiados en este sentido porque somos experiencia piloto de la nueva oficina judicial y ya telemáticamente hacemos muchas cosas. Pero todavía hace falta que se invierta más.

Como abogado, ¿cuál cree que es la percepción que el ciudadano tiene de la Justicia?

La percepción es buena pero el conquense espera más de lo que le da la Justicia, que sea mejor. La Justicia que es lenta al final no es Justicia porque la gente quiere que su problema se resuelva cuanto antes. La gente quiere salir de la incertidumbre en que pueda estar. 

Ya para finalizar, ¿cuál es el perfil  del abogado  que hay en Cuenca? 

En estos momentos hay mucha gente joven y de ambos sexos, mientras que los mayores ya empezamos a ser escasos. Es un profesional formado y sus despachos son más bien pequeños, casi individuales.