Cambio de ciclo

José Luis Royo
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El Ciudad Encantanda renueva su plantilla tras la marcha de cinco puntales importantes que vivieron los mejores años de la historia del club conquense

Sergio López, Maciel, Vainstein y Ángel Pérez se despiden de la afición, en una foto en la que falta Moscariello, que tuvo que ir a Montpellier a pasar el reconocimiento médico. - Foto: Reyes Martínez

El Ciudad Encantada afronta un cambio de ciclo tras varios años de crecimiento de un club que ha pasado de pelear por no descender a luchar por clasificarse para competiciones europeas.

El buen trabajo de esta temporada, en la que el equipo que dirige Lidio Jiménez ha estado en la pelea por Europa hasta el último mes de competición, no ha pasado desapercibido para grandes equipos que en los últimos años tienen su mirada puesta en lo que pasa en El Sargal.

En octubre se marchó el brasileño Dutra a la liga polaca donde ha disputado la final four de la EHF Europa League con el Wisla Plock. Fue la primera salida sonada y en el último mes otros cinco jugadores han ido anunciando que dejaban el club a final de temporada.

El primero de ellos fue Lucas Moscariello, que ha jugado tres temporadas en el Incarlopsa Cuenca, se marcha al Montpellier francés, dando un gran paso en su carrera. «Estoy muy contento por este paso porque jugar en un club como el Montpellier es muy importante, creo que el trayecto que recorrí y sobre todo estos tres años en Cuenca han hecho que crezca como jugador y persona», señala el jugador, que reconoce que «al principio me costó bastante adaptarme al juego que quería Lidio, pero me gusta trabajar bastante y aprender y haber estado rodeado de compañeros como los que he tenido, me ayudó a crecer e hizo que mi rendimiento fuera mejor. Siempre me he sentido bien en el equipo y en la ciudad y eso también ayuda».

El siguiente en anunciar su marcha fue un símbolo del club, el capitán Sergio López, conquense y el jugador más joven en debutar en la Liga Asobal. Tras ocho temporadas en el primer equipo decide cambiar de aires y dar el salto a Europa. Jugará en el Tatran Presov de la liga eslovaca. Reconoce que la decisión no ha sido fácil y señala que «dejar el sitio donde has estado tanto tiempo no produce alegría, pero se hace por un objetivo y es un sacrificio que hay que hacer».

Ese objetivo no es otro que seguir creciendo en su carrera. «Me marcho a un equipo que basa su juego en el contraataque y eso es muy positivo para mí como extremo y espero poder hacer un buen papel durante estos dos años y llamar la atención de algún equipo de más nombre», pero no cierra las puertas a un posible regreso en unos años. «No se puede decir que no, porque es mi casa y es algo que nunca se sabe, no he pensado en irme dos años para volver, sino en ver qué ocurre».

La tercera salida anunciada fue la de Pablo Vainstein, quizá la que más ha sorprendido de todas porque no se esperaba y por la larga trayectoria del Colo en el Ciudad Encantada. Tras seis temporadas asegura que necesitaba un cambio, aunque no ha sido fácil. «Lógicamente siento algo de tristeza porque sentí que Cuenca fue mi casa durante todos estos años, desde que llegué me han hecho sentir como uno más. Puedo decir que he sido muy feliz y lógicamente a uno le duele irse de un lugar donde fue tan feliz».

Recuerda que su intención cuando fichó por el Cuenca era estar una temporada y marcharse, pero el club conquistó su corazón. «Vine por un año, nunca lo negué, quería tener opciones de ir con la selección argentina a los Juegos de Río y después, por suerte, se dio de otra forma porque no esperaba encontrarme de la manera que me encontré aquí, disfrutando con los amigos que hice, con la relación que empecé a entablar con la gente d club y con el público. Cuando pensé en irme no entendía por qué quería salir de un sitio en el que había vivido todas estas cosas y al final me quedé, no me arrepiento de la decisión».

También se marcha del equipo un veterano que regresó esta temporada para echar una mano al equipo en el que había triunfado ocho años antes. El central Ángel Pérez de Inestrosa no se marcha a un club de superior categoría, es más todavía no sabe lo que hará la próxima temporada. «Ha sido un año especial en todos los sentidos, por el Covid, por mi llegada que fue a finales de octubre para sustituir a un lateral lanzador yo que soy un central puro. Venía con el objetivo de ayudar al equipo lo máximo posible. Firmé hasta diciembre y pude renovar porque ese mes y medio se dio bastante bien. La segunda vuelta ha sido impresionante».

El jugador ciudadrealeño sabía que algún día iba a regresar a Cuenca y recuerda que «cuando me marché, siempre dije que quería volver, tuve dos temporadas espectaculares y disfruté mucho jugando en El Sargal. Estuve jugando en Europa y siempre tenía en la cabeza volver a jugar en Cuenca, hubo opciones hace unos años, pero ahora que habían pasado prácticamente ocho años se puedo hacer y creo que ha salido muy bien».

Otra de las salidas sonadas en la de Leo Maciel, que todavía no es oficial, pero que es un secreto a voces. Reconoce que «en estos momentos tengo nostalgia porque han pasado muchas cosas lindas en estos cuatro años, que fueron muy buenos. Estoy un poco triste en este sentido, pero por otro lado, con miras a mejorar y a seguir creciendo y contento con las posibilidades, con ganas y ambición por crecer que es lo que me hizo venir a Cuenca».

Aunque parecía claro que iba a jugar en el Barcelona la próxima temporada, no termina de cerrarse la operación y el meta argentino no sabe qué pasará. «Está avanzado, pero ha habido varios cambios en el Barcelona y a día de hoy no está confirmado».

Grandes momentos. Los cinco jugadores que se marchan ahora han vivido los mejores años del Ciudad Encantada y todos ellos guardan grandes recuerdos. Eso sí, la Copa del Rey disputada en Alicante, cuando el equipo quedó subcampeón, parece ser el favorito de los cuatro que lo vivieron. Así, Maciel confiesa que «cada temporada ha tenido sus cosas, los partidos por Europa con El Sargal lleno, pero me acuerdo mucho de la Copa del Rey de Alicante, que parecía que era Cuenca. Guardo un recuerdo increíble de ese fin de semana».

Moscariello coincide con su compatriota. «El mejor momento fue la Copa del Rey en Alicante, cuando nos clasificamos para Europa con toda la afición allí, fue una locura ese fin de semana», mientras que Colo Vainstein se inclina por «el partido ante el Huesca en la temporada 2017-2018 cuando nos clasificamos por primera vez para Europa con un Sargal a reventar, con la Furia que nos recibió fuera del pabellón, no cabía ni un alfiler, ganamos con tranquilidad y el broche fue que estaban mis padres en la grada y para mí fue un día soñado».

El capitán Sergio López tiene muchos momentos grabados, pero destaca dos.  «El partido en el que logramos clasificarnos para Europa en casa o las Copas del Rey, disputar partidos tan importantes fuera de casa y con toda nuestra gente apoyando hace que te motives y sea inolvidable».

Por su parte, Ángel Pérez de Inestrosa cree que sus mejores momentos los vivió en su primera etapa. «Estos jugadores han llevado al equipo a una final de Copa y a jugar en Europa, y parece que ahora si no quedas entre los cinco o seis primeros como que se ve mal, pero en mi primera etapa nos metimos en la final a ocho de la Copa del Rey antes de Navidad después de ganar en casa al Logroño, que era equipo de Champions, había un ambientazo en El Sargal y fue uno de los momentos más bonitos que he vivido aquí».

El papel de Lidio. Todos destacan un nombre cuando se les pregunta por cuál es el secreto de este equipo: Lidio Jiménez. «El estandarte del equipo es Lidio y hay que tener confianza en su proyecto, que ya está armando. La identidad del equipo se mantiene, siguen varios referentes del grupo y seguramente se va a mantener el nivel», señala Leo Maciel, mientras que Moscariello destaca que «Lidio sabe muy bien a lo que juega, tiene un gran ojo para fichar jugadores para su estilo de juego y eso hace que todos cumplan con lo que pide, que todos vayamos para el mismo lado y nos hace fuertes como equipo».

Para Colo Vainstein «Lidio ha generado siempre un buen grupo. Cuando llegué en 2015 se le dio mucha importancia al grupo y eso genera buen clima tanto dentro como fuera y que salgan las cosas. Me siento parte porque todos procurábamos que todos estuviéramos cómodos, aportar al equipo. Eso quiere decir que las cosas se han hecho bien, a eso hay que sumarle el cariño de la gente, cómo se viven los partidos”.

También Sergio López es de la misma opinión y cree que el piedra angular es el técnico. «La buena relación que siempre ha caracterizado al grupo, la relación que Lidio tiene con los jugadores, que da pie a que se pueda crear un grupo tan bueno es lo que destaco».

Por último, Pérez de Inestrosa considera que  «es un club al que viene gente desconocida y suele triunfar, Lidio te hace sacar lo mejor».