La epidemia de ébola en el Congo sigue incontrolada

EFE
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El presidente de Médicos sin Fronteras en España alerta de que la enfermedad está "muy lejos" de ser frenada, después de que se haya confirmado que son más de 2.000 fallecidos por el virus

La epidemia de ébola en el Congo sigue incontrolada - Foto: HUGH KINSELLA CUNNINGHAM

En una entrevista con la agencia , Noguera afirma que la epidemia es la segunda de mayor envergadura tras la registrada en Sierra Leona, Liberia y Guinea entre los años 2014 y 2016, y advierte de que ya ha llegado a ciudades como Goma, con un millón de habitantes, por lo que la "situación es preocupante" y "·está incontrolada"

La presente epidemia de ébola fue declarada el 1 de agosto de 2018 en la República Democrática del Congo, y hasta el viernes pasado había 2.899 casos confirmados de personas contagiadas, de las cuales 2.006 han fallecido, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) hasta el viernes 30 de agosto.

Según Noguera, en comparación con la infección anterior hay más actores involucrados y más alternativas terapéuticas, como por ejemplo la vacuna, que ha servido y protegido a colectivos vulnerables, pero aún está muy lejos de estar controlada y su principal dificultad radica en encontrar las lineas de infección.

"La particularidad de esta epidemia es que seguimos viendo casos donde somos incapaces de rastrear el origen, con lo que quizás haya otras lineas de infección que no somos capaces de identificar a día de hoy", apunta.

Para Noguera, que haya sido declarada emergencia internacional por la OMS conllevará más recursos y más actores implicados, pero es necesario apoyar más a los gobiernos que están combatiendo el virus, y que se involucren más investigadores para encontrar tratamientos y vacunas que conviertan al ébola en tratable y prevenible.

Una de las causas de la proliferación de las infecciones en África es la desigualdad sanitaria en los países pobres, "que es un hecho objetivo incuestionable que se agrava especialmente en zonas de conflicto", según Noguera.

"La mayoría de la gente que muere en una guerra no lo hace por las bombas o por las balas, sino porque el sistema sanitario se descompone, el personal de salud huye, y las víctimas fallecen por diabetes o hipertensión", pone como ejemplo.

Según el presidente de MsF en España, en pleno siglo XXI es "imposible justificar" las diferencias en el acceso a la salud, medicamentos esenciales o vacunaciones, entre países en vías de desarrollo y países occidentales.

"Desde MsF intentamos paliar las diferencias pero estamos muy, muy lejos de que todo individuo tenga garantizado el derecho a una salud digna simplemente por el hecho de ser humano, algo que la comunidad internacional es incapaz de ofrecer", concluye.

La organización médica y humanitaria, que invirtió el año pasado más de 19 millones de euros en su misión humanitaria en la República Democrática del Congo, trabaja en países en situaciones de conflicto y cuenta con más de 7.500 trabajadores y más de medio millón de socios en España.

A nivel internacional, tiene más de 45.000 trabajadores y 6'5 millones de socios, y de los 25 países en los que está activa, sus operaciones principales están desplegadas en Yemen, Siria, Congo, República Centroafricana, Sudán y Libia.