El estudio, acometido por las áreas de Formación e Igualdad de la Unión Regional de Comisiones Obreras de Castilla-La Mancha, muestra la necesidad de corregir desequilibrios en el acceso a conocimientos y empleos en el medio rural, que penaliza especialmente a sus mujeres. Esto es especialmente relevante para la región, toda vez que las mujeres del medio rural equivalen a un 16 por ciento del total de la población castellano-manchega, casi tres veces más que el porcentaje medio de este colectivo femenino en el conjunto de España.
La secretaria regional de Igualdad y Mujeres de CCOO, Rosario Martínez, resaltó que una gran mayoría de mujeres del medio rural acaban optando por la emigración a áreas urbanas por la falta de recursos de formación y empleos adecuados a su perfil de estudios. Esto supone un aumento de la "masculinización" de las sociedades rurales, donde siguen imperando empleos tradicionalmente asociados al varón, y agrava los riesgos de despoblación, al perder los pueblos féminas en edad laboral y con capacidad para desarrollar la crianza de niños, necesarios para revertir el envejecimiento de estas zonas.
Martínez apeló a poner fin al ambiente "inestable, temporal e informal" que suele tener el empleo reservado a las mujeres en el campo. Citó como ejemplo el que no se reconozca la colaboración de las féminas en el trabajo de las explotaciones agrarias con un aumento apreciable de la cotitularidad de mujeres en estos establecimientos, lo que les facilitaría entre otras cosas el acceso a una jubilación digna. También llamó a aumentar la presencia y poder de las féminas en entidades rurales como las cooperativas. Además, reclamó que la actividad laboral femenina deje de estar asimilada a labores domésticas y que no siga oculta en la economía sumergida.
Más formación en internet y nuevas tecnologías.
Por su parte, la secretaria regional de Formación para el Empleo de Comisiones, Encarna Sánchez, precisó que otra de las consecuencias de esta 'fuga de cerebros' femeninos del campo a la ciudad es el bajo nivel formativo de la mayoría de mujeres que optan por quedarse en los pueblos. Aún así, señaló que existen posibilidades de un empleo digno para las mujeres no sólo en actividades agrarias en sí, sino en otras de servicios como el comercio. Pero para ello, llamó por facilitar a estas féminas una mayor formación en internet y nuevas tecnologías, a fin de que puedan desarrollar labores remuneradas en campos como el comercio electrónico de bienes y servicios producidos en el entorno rural. También señalaron la necesidad de acercar a estas mujeres, aprovechando entre otras herramientas la enseñanza 'on line' y a distancia, conocimientos como contabilidad, ofimática, márketing o comercio internacional, además de cuidados especializados a mayores u otros dependientes.
Martínez y Sánchez destacaron que la futura Ley del Estatuto de las Mujeres Rurales, cuya tramitación ya ha iniciado ante las Cortes el Gobierno regional, puede ser una herramienta útil para corregir esta brecha de conocimientos y empleabilidad que sufren las féminas en el campo.