El escritor Guillermo Gortázar, (Vitoria, 1951) es tajante a la hora de definir el período previo a la Guerra Civil española: una etapa muy polarizada en la que se perdieron grandes oportunidades políticas e históricas. El autor de Romanones: la transición fallida a la democracia (Espasa) reflexiona sobre esta época tan interesante y a la vez tan frustrante.
¿Quién fue y qué hizo el conde de Romanones?
Uno de los 10 políticos más importantes de la Restauración (1876-1923), el período más largo de constitucionalismo y libertad de la Historia de España. De manera un tanto sorprendente hasta hoy no ha tenido una biografía completa.
¿A qué cree que se debe ese abandono político e intelectual?
Los historiadores de izquierdas no han tenido interés en destacar a un político que competía con ellos y les ganó siempre en las elecciones al Congreso, tanto en la Monarquía como en la República. Por su parte, los historiadores de la derecha le responsabilizaron de la caída de la Monarquía y su posición contraria al dictador Primo de Rivera ha chocado con sus numerosos partidarios.
La idea principal que se deduce de la narración es que las élites dinásticas pretendieron pero fracasaron en democratizar el Reinado de Alfonso XIII, pero tampoco las élites republicanas supieron ni pudieron consolidar la democracia en la II República. Entre 1923 y 1936 se produjo una transición fallida a la democracia y hubo que esperar hasta 1978.
¿Tenía solución la España de aquella época para no precipitarse a una Guerra Civil?
Ni la Historia ni la política está pre-escrita. Hubiera bastado que el Rey Alfonso XIII se hubiera opuesto al golpe de Estado de Primo de Rivera para que toda la evolución política posterior hubiera sido distinta. Después de 1923 se abrió la veda de golpes y en 13 años tuvimos cambio de régimen y 10 intentos de golpes de Estado antes del 18 de julio de 1936.
¿Conocemos nuestra Historia?
De una manera muy superficial y, lo que es peor, tergiversada por los historiadores parciales de la izquierda.
¿Qué valores tenía el conde de Romanones de los que carecen los políticos actuales?
La clase política de la Restauración y también de la República era esencialmente honrada. No hubo, en más de 50 años, ningún escándalo de corrupción. Ahora los juzgados tienen a miles de políticos en procesos judiciales. Ahora la carrera política es un cursus honorum de miembros de las juventudes que normalmente no tienen experiencia.
¿Haría falta otro Romanones?
España pide a gritos un liderazgo que analice los problemas de nuestra democracia. No veo hoy a nadie que lo haga, pero espero que surja un liderazgo con una propuesta reformista.