Uno de los obstáculos que hay para que llegue caudal suficiente al Tajo está en el trasvase al Segura. La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, apuntó que «hay tres millones de personas para las que no existe alternativa viable en el corto plazo», en relación con la población de Murcia, Alicante y Almería. «La obligación del Gobierno de España es garantizar el suministro de los habitantes, vivan donde vivan», apuntó.  Eso sí, reconoce que «en el medio-largo plazo los trasvases evidentemente deben responder a necesidades excepcionales».

Para la zona de Levante, apuesta por una estrategia que incluya más desalación, con reutilización y «mucha eficiencia sabiendo que es un bien escaso». En cuanto a las reglas para aprobar los trasvases, apuntó que lo que hay es un «procedimiento extraordinariamente enrevesado con normas de rango de ley» y que con ese margen uno de sus objetivos en el Ministerio es «garantizar la racionalización del recurso y ser transparentes y equitativos en la información».

Otro de los obstáculos para la recuperación ecológica del Tajo está en los problemas de depuración. En ese punto Ribera asume la «necesidad de actualizar las inversiones en la Comunidad de Madrid para que el agua del Jarama en buen estado al Tajo».