Mientras que hay comunidades autónomas que empiezan a pedir la vuelta del toque de queda, el presidente de Castilla-La Mancha advierte de que «el debate del estado de alarma está resuelto, no hay y no lo va a haber, no se plantea a nivel nacional». Hay que recordar que estas restricciones como el toque de queda necesitan del estado de alarma para poder aplicarse. Además Emiliano García-Page apuntó que «no es lo mismo tomar medidas de prohibición cuando no había vacunas» que cuando ya está en marcha el proceso de vacunación.

Pidió que no se confunda a la opinión pública a la hora de proponer medidas, porque «si a la gente se le quiere prohibir, hay que aplicar el estado de alarma, y si no hay estado de alarma, las autonomías podemos poner tiritas».

En este sentido, recalcó su apoyo al Ministerio de Sanidad de mantener «una línea de constancia» y ha opinado que las comunidades autónomas pueden «seguir tomando medidas», pues aún tienen un margen de posibilidades y ha abogado por «hacerlo de manera proporcionada».

En el caso concreto de Castilla-La Mancha, García-Page  manifestó esta mañana que no se plantea en estos momentos endurecer las medidas, toda vez que la región tiene una incidencia acumulada a 14 días de 71 casos por 100.000 habitantes, la tasa más baja del país, si bien ha afirmó que si la tendencia varía, el Gobierno regional tendría que «hacer una reflexión».

«Los chavales han cumplido a rajatabla». Admitió que ha sentido «disgusto por el proceso de ataque a la gente joven» y aunque señaló que el contagio tiene que ver con la socialización, también resaltó que cuando ha habido toque de queda «los chavales han cumplido a rajatabla» y también la sociedad en general.

Añadió que «hay un punto de injusticia cuando queremos estigmatizar y dejarlo todo residenciado en la socialización de los chavales». Eso sí, el presidente castellano-manchego insistió en pedir prudencia a la ciudadanía y «evitar riesgos innecesarios».

También denunció que en los informativos se ve a diario «botellones en las playas de noche, sin desalojar» y, aunque precisó que él no tiene que defender a nadie, señaló que esos botellones no los organizan los empresarios del ocio nocturno y que, en ocasiones, se ven a personas hablando otros idiomas que no son el español.