Ya lo vaticinaban los epidemiólogos y los profesionales sanitarios. La segunda oleada del coronavirus regresaría tras el periodo vacacional del verano. A estas alturas de año, el Covid-19 no solo no se ha ido sino que vuelve a estar cada día más presente, recuperando el terreno que había perdido tras el largo confinamiento de la primavera. Cuenca no es ajena a la nueva situación, puesto que ha visto incrementado el número de contagios en las últimas jornadas y se han tenido que tomar medidas especiales en cuatro municipios de la provincia ante el avance de la pandemia.  Mari Luz Fernández Marín, delegada provincial de Sanidad, repasa la última hora de la crisis sanitaria, justifica el aumento de porcentaje de positivos por el incremento del número de test PCR  y certifica que «existe un aumento considerable de casos, sin tener que llegar a la alarma».  Eso sí, Fernández califica con «un notable alto» el estado actual de la Sanidad conquense «tanto en lo asistencial como a nivel epidemiológico». 

¿Está la situación controlada?

Sí. Hay una relación entre los brotes y los casos, que pueden ser a nivel familiar o a nivel social, y son más fáciles de controlar. Nos preocuparía que apareciesen casos que no tuvieran relación unos con otros. Eso significaría que hay una transmisión comunitaria, pero de momento lo estamos controlando. En ese sentido, he de señalar que los rastreadores están haciendo su trabajo mañana, tarde y noche.

Precisamente, ¿existe un número apropiado de rastreadores en la provincia? ¿Podría incrementarse en el futuro para reforzar el servicio?

Tenemos un número suficiente, pero que aumenta conforme a las necesidades. Tal y como se producen los casos, se necesitan más rastreadores  y no se está escatimando en ello. No hay un número fijo, pero se incrementan de forma paralela.

¿Qué le traslada el personal sanitario del Hospital Virgen de la Luz y de los diferentes centros de Atención Primaria de la provincia?

Tenemos una comunicación muy fluida, hablamos todos los días, y creo que hay una sensación de tranquilidad. Estamos preparados para actuar y tenemos las provisiones adecuadas en cuanto a material. Es una situación en la que en un mínimo de horas podríamos aumentar el número de camas de una forma adecuada.

En Tarancón, Mota, Las Pedroñeras, y esta semana en Quintanar, se han aplicado medidas especiales para tratar de frenar la escalada de contagios. Hay quien cree que se deben a la celebración de las denominadas ‘no fiestas’ o a la relación directa con comunidades como la madrileña. ¿Cuál cree que ha sido la principal razón? 

Me consta que en Tarancón, desde el Ayuntamiento, se hizo hincapié en la prevención y en la no celebración de las fiestas. Creo que hay una cercanía con Madrid que puede resultar significativa. No obstante, los niveles de contagio vienen dados por las relaciones sociales y familiares. Aquí haría una llamada a la necesidad de mantener las medidas que tanto hemos recalcado: llevar mascarillas y mantener las distancias. Parece que porque es familia y se encuentran bien no nos vamos a contagiar y se están produciendo casos asintomáticos y contagios. 

En el caso de Las Pedroñeras, su alcalde se quejó de que el aviso llegó tarde y la comunicación con la Delegación no fue fluida. ¿Cómo es el contacto con todas las poblaciones afectadas?

El virus no entiende de política, por lo menos desde la Sanidad. Da igual el color político. Es verdad que hay ayuntamientos con una población considerable que si saben que hay dos casos en su pueblo automáticamente nos llaman para ver qué medidas pueden poner. Yo, desde luego, le cojo el teléfono a todo el mundo y doy las recomendaciones que son preceptivas. Las medidas especiales que se han puesto son de nivel 2 en todas las localidades y no son drásticas. De hecho, varios ayuntamientos nos dicen que ya han tomado medidas de nivel 2.

¿Se ha contemplado una posible prórroga hasta los 28 días para esos municipios? ¿Cabe la posibilidad de que se unan nuevas poblaciones si la pandemia hace mella?

Es posible. Nosotros comunicamos la relación de casos a través de la plataforma. Nos llegan rumores de los municipios que dicen que están en el nivel 2 por el  número de casos, pero lo dicta la tendencia y los contagios dónde se dan, si son brotes o casos aislados. Si de una semana a otra se dobla el número de contagios, aunque sean pocos, esa tendencia es la que nos hace establecer ciertas medidas. En las localidades donde se han implementado las medidas no ha habido un gran incremento de contagios, pero no puedo arriesgarme a decir en estos momentos que no habrá una nueva prórroga. En todo caso, sería más a nivel preventivo por tomar unas medidas. En ningún momento hay una situación de alarma en Tarancón, Mota del Cuervo, Las Pedroñeras o Quintanar del Rey.

En lo que tiene que ver con Educación, ¿cómo se está organizando el funcionamiento de los confinamientos de las aulas donde se han detectado positivos entre los escolares?

Tenemos un referente Covid en cada uno de los centros de salud y uno en cada uno de los colegios. En el momento en el que se detecta un caso, si es en un grupo de convivencia estable y dependiendo de la edad, valoramos las medidas que deben tener las aulas. Si un alumno da positivo y es en una clase de seis años, tomamos la medida de cerrar el aula. Cuando se tiene claro que hay que llevar mascarilla o se guardan las distancias adecuadas, se aísla el caso y se realiza un estudio de contacto que, normalmente, aparta a cuatro niños más o menos. Desde los colegios nos tienen que rellenar un anexo con la situación del aula y del niño que ha salido positivo. En ocasiones el niño se ha contagiado fuera del entorno escolar, ha empezado a tener síntomas y  no ha ido a clase porque ha coincidido con el fin de semana. En ese caso no se hace un estudio de contacto.

Lo cierto es que hay una coordinación total. Los anexos nos llegan  durante todo el día y desde ese instante hacemos un estudio del caso, de contactos, vemos si dos días antes ha ido a clase, o no, y tomamos las medidas adecuadas con la máxima seguridad.

En el caso de que se incrementara el número de contagios en los centros educativos, ¿se ha previsto añadir nuevas medidas a las que actualmente se aplican?

La línea de trabajo que llevamos aplicando está siendo positiva. A veces es más la alarma que se da cuando se dice que se ha aislado un aula o un colegio que la realidad. Cuando ocurre un caso en un centro escolar nos imaginamos que está todo el mundo confinado en casa o se ha cerrado el colegio. A lo mejor solo hay dos niños que faltan a clase.

A día de hoy, ¿en qué situación se encuentran las residencias de mayores de la provincia conquense?

Estamos trabajando de forma muy estrecha con Bienestar Social, y a nivel de control sanitario y de prevención estamos muy bien. A todo el mundo se le practica el PCR. Al personal que regresa tras las vacaciones o al residente que ha ido al hospital, se le realizan dobles test para asegurar que no hay contagios. A ese nivel, se está trabajando de manera muy estrecha con las residencias, independientemente de que sean públicas o privadas. No miramos esa condición, porque el virus tampoco entiende de ello. Se les trata a todas de la misma forma. No hay distinción, como tampoco lo hay en los centros escolares, sean públicos, privados o concertados. 

¿Cómo se están realizando y coordinando las PCR entre funcionarios, docentes y con la población en general? ¿Se prevé incrementar los test en la medida de lo posible en el futuro?

En el Área de Cuenca, en la semana del 20 al 26 de julio se realizaron 650 PCR, en la semana del 14 al 20 de septiembre se han realizado 2.210 PCR y en la semana anterior a ésta, 1.585. O sea, el aumento de PCR es notable. Estamos haciendo hincapié y hay una clara preferencia en hacer PCR a la gente sintomática y sobre todo en un círculo amplio de contactos estrechos.

El presidente García-Page anunció esta semana la llegada inminente de las nuevas mascarillas proporcionadas por el Gobierno regional. ¿Cuándo está previsto que se puedan repartir en Cuenca?

Calculamos que estarán en Cuenca sobre la última semana de octubre. Son mascarillas reutilizables. La verdad es que cuando se habla de llevar la mascarilla higiénica o quirúrgica hay que tener en cuenta que protege tanto a los demás como a ti mismo. Sabemos que el contagio se produce cuando hablamos, tosemos, o estornudamos y la mascarilla protege al que lleva la mascarilla y al que está en frente. Eso es importante recalcarlo.

En las últimas semanas se ha acelerado la llegada de material sanitario de protección al Área de Salud como batas o mascarillas. ¿El envío es un indicativo claro de que hay que estar prevenido por lo que pueda venir?

Sí. El Gobierno regional, una semana tras otra, está enviado material. En Cuenca ha distribuido unos cuatro millones de artículos entre profesionales del Área de Salud de Cuenca y centros hospitalarios. También hay que agradecer que las empresas han donado cerca de 600.000 artículos.

Es de subrayar que Cuenca tiene una incidencia menor de contagios que otras provincias de la región. ¿Significa este dato que la población conquense ha sido más sensible y consciente con la situación pandémica? Es decir, ¿han hecho los conquenses sus deberes en cuanto a la higiene socio-sanitaria?

Creo que tenemos una sociedad muy responsable y madura. Tanto en pueblos pequeños como en la ciudad, rara vez ves a la gente sin mascarilla. En algún programa ha salido el alto porcentaje de utilización de mascarillas  en Castilla-La Mancha, pero sobre todo en Cuenca. Cuando viene la gente de fuera se fija en ello. Todos van con mascarilla y creo que la población ha reaccionado bien. Sin embargo, quiero hacer una llamada a la población para que tome las medidas higiénicas y sanitarias recomendadas. El virus sigue estando entre nosotros y ahora, en otoño, entramos en época de gripe.