El inicio de año no ha traído consigo buenas noticias. A la tercera ola de la pandemia y algún revés económico se ha sumado la excepcionalidad de Filomena. A pesar de todo, el presidente de la Diputación quiere mirar al horizonte con optimismo. Con los pies en la tierra, sí, pero asumiendo que 2021 puede ser un año clave para el futuro de Cuenca y su provincia. Todo pasa por «aprovechar» las oportunidades y fortalezas de esta tierra.

Cuenca ha sido una de las provincias más afectadas por el temporal Filomena. ¿Qué balance se hace desde la Diputación? ¿Cree que se ha estado a la altura?

Es una situación excepcional, no se recuerda en muchas décadas un temporal como el que ha azotado toda la provincia. Desde Diputación, en previsión, hicimos acopio de sal y se preparó un dispositivo que es el más grande que se ha puesto en marcha en la historia de esta casa. Hasta este miércoles, por ejemplo, han sido más de 3.000 las horas empleadas por operarios en la limpieza, más de 1.000 toneladas de sal esparcidas y más de 55 medios trabajando. Tengo que agradecer a todo ese personal su dedicación, porque en algunos casos han trabajado hasta 17 horas seguidas para que nuestros pueblos pudieran estar abiertos. Hay que destacar el dispositivo que hemos recuperado con Geacam, que ha actuado en los pueblos de la Sierra y la Alcarria. Viendo otras provincias y otras regiones, comprobar que en Cuenca la situación esté más normalizada, nos alegra.

Las principales incidencias del temporal se detectaron en la Mancha y la Manchuela. ¿Qué fue lo más preocupante de todo?

Así es, el corredor de la A-3 ha sido la zona donde más ha afectado el temporal. Han sido muchas cosas puntuales, pero es cierto que hay un sector, la ganadería, que ha tenido muchos problemas, porque normalmente estas granjas están fuera del casco urbano y se accede a través de caminos. Ahí compruebas la desesperación de ganaderos que necesitan echarles de comer a sus animales para que no mueran. Hemos echado una mano para ayudarles. También hay que destacar la colaboración que ha existido en numerosos pueblos. Muchos alcaldes han tirado de sus vecinos, y especialmente de los agricultores, que han vuelto a demostrar que son fundamentales. La mayoría de nuestros municipios están como están gracias al trabajo voluntario de muchos agricultores que sin pensarlo han querido colaborar.

Otros partidos, sin embargo, cuestionan el papel de la Diputación y hablan de falta de planificación o abandono de los pueblos pequeños. ¿Qué opina de esas críticas?

Principalmente, que es una falta de respeto a toda esa gente que ha estado trabajando durante estos días. La planificación del operativo no la hace el presidente de la Diputación, la hacen los técnicos, y tenían una planificación muy exacta y bien preparada. En apenas 48 horas, casi el cien por cien de nuestra red viaria estaba para circular. Fíjate, en cuanto al Partido Popular, resulta curioso porque hace nada aprobamos el presupuesto con una partida que habíamos duplicado, que es la de emergencias, y que ellos en su enmienda prácticamente querían anular. Esa partida ahora va a ayudar a muchos pueblos en esos daños extra que han tenido. A esto hay que sumar, además, que durante ocho años en esta institución se suprimió el operativo de Geacam. Con lo cual, es muy fácil criticar, pero luego hay que demostrarlo con hechos. En cuanto a Ciudadanos, que mencionaba algunos pueblos, también hay que mirar la responsabilidad de cada alcalde, porque en la mayoría de esos municipios las vías no eran de Diputación; lo que sí era de Diputación ha permanecido limpio. Perfectos no somos y no hemos podido llegar a todos los lugares en el primer momento porque tenemos una provincia de 17.000 kilómetros cuadrados, con 238 municipios y con una orografía muy particular, pero que en apenas 48 horas se haya restablecido toda la normalidad, con la que nos ha caído, creo que es únicamente para agradecerles el trabajo a todos los trabajadores.

Cambiemos de asunto. Un buen ramillete de pueblos ya está en nivel 3. ¿Qué políticas pone en marcha la Diputación para frenar la huella social y económica del coronavirus?

En el aspecto sanitario poco podemos hacer porque las competencias no nos corresponden, aunque sí tenemos la residencia provincial, a la que ya han llegado las vacunas. En el ámbito social hemos hecho un esfuerzo para ayudar a los que más lo necesitan, con ayudas extraordinarias a Cáritas, Banco de Alimentos o Cruz Roja. Hemos ayudado a nuestros ayuntamientos con material y también con la limpieza en los colegios, que funciona además como plan de empleo. Todas las partidas de carácter social han visto incrementada notablemente su cantidad en el nuevo presupuesto. Y si hay que hacer esfuerzos extra, los haremos. Por otro lado, desde el punto de vista económico, nos preocupa mucho la situación, especialmente en la hostelería, la restauración y el turismo. Saldremos de esto, el problema es llegar hasta esa salida. Estamos trabajando en el cierre de los borrados de esa ayuda de 1,5 millones, que cuento con que en los próximos días vea la luz. Aunque sabemos que no es la salvación absoluta de este sector, sí queríamos colaborar con ellos, así como con otros sectores que también se verán beneficiados.

Seguimos hablando de malas noticias, pero es que 2021 ha empezado como ha empezado. Esta semana conocíamos el cierre de la planta de Gamesa. Se habló de que podía tener viabilidad relacionada de alguna manera con el nuevo Parque Tecnológico y Científico…

Es una noticia pésima, no puedo decir otra cosa. El empleo lo generan las empresas y las instituciones estamos para ayudar y poner los medios para que éstas se puedan desarrollar. No cabe duda de que el Parque Tecnológico y Científico será un revulsivo para la ciudad. Hay un número significativo de empresas que están interesadas, que ya se han puesto en contacto con nosotros. Estamos trabajando en la parte que no se ve, pero en paralelo estamos también trabajando ya con empresas. Confío que llegado el verano podamos empezar esas obras y podamos contar con alguna empresa que empiece ya a instalarse. A pesar de que la burocracia es lenta, los plazos son muy razonables. Todos tenemos ganas de que arranque cuanto antes, pero es cierto que lleva muchísimo trabajo detrás. Cuenca necesita como agua de mayo algo que le sirva de revulsivo para conseguir que esta ciudad recupere ese pulso y esa positividad que todos deseamos.

¿Hacia dónde se encamina la economía conquense y su futuro?

Europa habla de economía circular, nuevas energías y medio ambiente, y Cuenca en eso es una potencia. Ahora hay que aprovecharlo. Ejemplos de cómo esa potencialidad medioambiental sirve y genera empleo existen ya, no aquí, pero sí en el norte de Europa. Cuenca tiene muchas posibilidades en materia de biomasa forestal y energías renovables, pero más allá de ese ámbito, también está el sector agroalimentario, en el que somos una potencia desde hace años. Tenemos que apoyarlo más para que nuestros productos, que ya son buenos, tengan un plus de calidad y nuestros agricultores y ganaderos logren aprovecharse de ese mercado global. Son dos ámbitos en los que esta provincia tiene un potencial enorme y en lo que hay que trabajar. No entiendo una sociedad en la que las administraciones y el sector privado vayan en paralelo y no converjan. Al contrario: nuestra suma no suma, multiplica.

Eso ayudará a luchar con el otro gran caballo de batalla, la despoblación. ¿Cree que lo que realmente fija población es el empleo?

El empleo es condición necesaria, pero no suficiente, porque hay pueblos en los que hay trabajo y siguen padeciendo la despoblación. Pero es cierto que si no hay empleo, por muchas medidas que uno quiera implementar... Una de las máximas que nos debe guiar es ayudar a los empresarios y emprendedores en el medio rural, pero en paralelo tenemos que mejorar servicios, que es condición necesaria, además de hacer atractiva la vida en un pueblo. En esa dirección estamos trabajando, y por eso hemos puesto en marcha el plan de instalaciones deportivas, hemos incluido por primera vez una ayuda para consultorios médicos, y apoyamos los planes de empleo de la Junta, así como talleres de empleo en relación al patrimonio de la provincia. 

Entre esos servicios debe estar que la provincia esté telecomunicada perfectamente para llamar verdaderamente al teletrabajo…

Correcto. Se está avanzando mucho. Más del 80 por ciento de nuestros núcleos de población, a lo largo de este 2021, van a poder contar con fibra óptica. No obstante, es verdad que quedan ‘vacíos’ en los que ya estamos trabajando con empresas privadas y hemos presentado un plan para ampliar esa red al cien por cien de la población e intentar que la conectividad llegue hasta el último rincón de la provincia. Pero no solo basta con que llegue, la gente tiene que saber manejar esta conectividad y ese es el siguiente paso sobre el que también queremos avanzar. 

Un presupuesto de casi 90 millones de euros, siendo «el más expansivo e inversor», llegó a comentar...

Es muy ambicioso, pero es que no nos queda otra. En nuestro caso, a la crisis sanitaria añadimos el hándicap de la despoblación. Es fundamental que desde las instituciones fluya la inversión porque eso genera economía y empleo en nuestros pueblos. Hemos querido ir más allá y por eso le hemos dado un ‘tinte verde’ con esos más de ocho millones para todo lo que tiene que ver con energías renovables y eficiencia energética. Destacamos también ese millón para recuperación de patrimonio, que hay que sumar a los cinco que ya están en marcha. Siendo cautos, somos optimistas porque confiamos en que va a llegar más dinero y vamos a poder inyectar más en la economía de la provincia para que este año 2021 siente las bases de esa recuperación que todos deseamos.

¿Qué otros asuntos a corto y medio plazo tiene el presidente provincial encima de su mesa?

Son asuntos que ya venían de atrás, como la nueva planta de residuos. Ya tenemos el ‘ok’ sobre los terrenos y estamos avanzando en la adquisición de los mismos y también hablando con la junta para ver el enfoque de esta nueva infraestructura. Además del trabajo en el Parque Tecnológico y Científico, trabajamos en la creación de los nuevos parques de bomberos para que las obras se puedan llevar a cabo de forma urgente. Y por otro lado, hay un sector que me preocupa mucho, que es el agroalimentario, con el que queremos implicarnos. Hasta ahora, quizás, la relación de Diputación con este sector ha sido testimonial y eso va a cambiar. Nuestra implicación en este ámbito tiene que ser fundamental. Estamos en una provincia eminentemente agrícola y ganadera y si desde la institución provincial no apostamos por este sector, difícilmente vamos a poder salir adelante.