El número de festejos taurinos en la provincia durante la temporada que acaba de terminar se mantuvo prácticamente inalterable con respecto al año pasado. De esta forma, este año se celebraron de marzo a octubre en territorio conquense un total de 62 festejos de carácter profesional –becerradas, festivales, novilladas con y sin picadores, corridas de toros y corridas de rejones–, según la relación de espectáculos taurinos tramitados por el Servicio de Protección Ciudadana de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha en Cuenca.

Así las cosas, la disminución con respecto a 2017 es muy pequeña, pues entonces se celebraron 64 festejos de este tipo. Es decir, tan solo dos menos, lo que en términos porcentuales se traduce en tres puntos de disminución. Ahora bien, aunque la diferencia no es muy notable, éste es el segundo año de retroceso consecutivo, pues en 2016 se celebraron 79 festejos, más de un 21% de contundente bajada.

Si los festejos de carácter profesional mantuvieron el tipo con respecto al año pasado solo con una muy pequeña disminución, los de carácter popular no fueron menos, y no solo no registraron un retroceso con respecto a 2017, sino que además anotaron una tendencia al alza. De esta manera, esta temporada se han organizado 225 festejos de este tipo. Se trata, fundamentalmente, de suelta de reses, encierros por vías urbanas y por el campo y concursos de recortadores. Al comparar la cifra con la del año pasado, que fue de 220, se obtiene una diferencia positiva de cinco festejos, o lo que es lo mismo, poquito más de un dos por ciento de aumento.

De esta forma, se trata de una cifra que rompe la dinámica derrotista en este tipo de festejos durante los últimos años en la provincia, pues a diferencia de lo que ha ocurrido esta temporada, 2017 anotó una caída con respecto al curso anterior, cuando se pasó de 234 a 220, es decir, un seis por ciento menos. En 2016 también hubo un retroceso, aunque menos notorio (1,3%), ya que se redujeron de 237 a 234.