Maximino Pérez tiene claro cuál es el camino a seguir. En ese sentido, no duda. El empresario tiene claro que lo que ha pasado este año es un cúmulo de circunstancias adversas que se escapan a su control. Si los toros embisten menos que otros años o los toreros fallan con la espada, es algo difícil de prever. Defiende que puso toda la carne en el asador, pero comparte la visión de aquellos que dicen que la feria no ha estado a la altura de lo esperado.  

Ya en frío y de forma general, ¿está satisfecho con esta feria taurina?

No, no estoy satisfecho. No puedo estarlo. Artísticamente no ha sido la feria que yo pensaba, ni mucho menos. Ha habido cosas muy bonitas, como las cinco orejas de Ginés Marín, la actuación de David de Miranda, el rabo de Guillermo Hermoso de Mendoza y el juego de las corridas de rejones y de Pallarés. A medias lo de Román Sorando y José Vázquez. Y totalmente decepcionado con la corrida de García Jiménez, que no ha estado a la altura, primero porque no ha dado el juego esperado y segundo porque estaba moribunda.

De ese conjunto de cosas, ¿fue esto último lo que más le desilusionó?
Ha habido dos cosas que me han desilusionado mucho. Una, el juego de algunos toros, unos 8 o 9, que además han ido mal colocados en la feria, en la recta final, lo que ha hecho parecer que todo fuera más catastrófico. Y dos, el poco acierto con los aceros de prácticamente todas las figuras más Pablo Aguado. Estamos hablando de seis o siete puertas grandes pinchadas. Solo Ginés Marín y David de Miranda anduvieron bien con la espada, la verdad.

Si el último día de feria, que pagó los platos rotos del día anterior, se entierra el acero, el panorama hubiese cambiado. ¿No cree?

Totalmente. Cambiaría por completo por ese factor. Te digo más: simplemente que los hubieran pinchado, pero que hubieran salido en quinto y sexto lugar. Hubiese cambiado la feria totalmente, pero por desgracia me ha tocado así y se han juntado muchos condicionantes. 

De todo lo que ha visto, ¿qué ha sido lo que más le ha convencido?

El aspecto más importante de la feria es que la presentación en prácticamente todas las corridas, exceptuando la de García Jiménez, ha subido un punto. Eso no ha influido en nada en que haya habido toros que se hayan caído, ni mucho menos, pero la presentación de los toros es, como gestor y como empresa, de lo que más satisfecho estoy. Luego, a nivel artístico, las caras nuevas, que han estado por encima de las figuras.

Con respecto a este año, ¿qué ha hecho que no repetirá de nuevo?

Lo que he hecho este año es lo que no he hecho otros años, que es dejar en manos de otros una determinada corrida. Otros años las ganaderías las he elegido yo y las corridas las he seleccionado yo también; y este año una de ellas no ha sido así, y por desgracia no hemos tenido suerte.

A partir de ahora, lo va a supervisar todo y no va a dejar nada al azar, ¿no es así?

Cuando haces las cosas bien, salen regular; y cuando las haces regular salen mal. En este caso creo que no las hemos hecho mal, las hemos hecho bien, pero han salido mal, así que imaginaros que las hubiéramos dejado al azar... Aquí no se puede dejar nada al azar. Ya bastante azar tenemos cuando administramos algo como empresarios taurinos, como el tiempo, que los toreros no acierten con la espada o que determinados toros salgan en determinados momentos... Todo eso es incontrolable. Este año el azar ha jugado en contra; otros años ha jugado a favor. Por eso, en las 21 presentaciones que llevo siempre digo lo mismo: rezo para que embistan cinco o seis toros. 

¿Qué tecla ha tocado esta feria que ha funcionado y que volverá a tocar?

Las teclas de los triunfos y mi teoría de las sustituciones, que es contratar a los toreros que están en mejor momento. En ese sentido, la media de triunfos está por encima que las de cualquier otra plaza. Voy a seguir también con la misma filosofía de las ganaderías, repitiendo las que siempre han dado buen juego. Voy a seguir en la misma dinámica porque nos ha ido bien siempre. Somos una feria, y hay que ser conscientes de eso, en la que han embestido más toros que en las demás. Pero este año no ha sido así y parece que ha sido catastrófico, pero es la misma gestión de los últimos 21 años. Alguna vez tenía que salir de otra manera. Ojalá ésta haya sido de las pocas. 

¿Qué tal la afluencia de público?

Bien, ha sido buena. Estamos al mismo nivel de abonos, y cuantificando todos los festejos, la respuesta ha sido muy buena. En ese sentido no tengo ninguna queja, al contrario.

La feria partió con el hándicap de la inesperada baja de Roca Rey, que es el torero más taquillero...

No ha sido solo Cuenca, le ha pasado a media España. Pero que nadie lo olvide: Roca Rey no es el pilar de la Feria de Cuenca. El pilar son todas las figuras que conjugamos, no solo un torero. Roca Rey ha estado aquí dos tardes y todavía no hemos visto el Roca Rey que todos esperamos. Nosotros hemos puesto todos los medios que estaban en nuestra mano para que la feria saliera bien, pero por unas circunstancias o por otras, todas ajenas a la empresa –cosas que son incontrolables como las inclemencias meteorológicas, la actuación de los toreros o cómo van a salir los toros–, no sale como esperas.

A aquellos aficionados que le han mostrado su malestar por el resultado de la feria, ¿qué les diría?

Al que ganaderamente no le haya gustado la feria, lo entiendo. Aunque es cierto que quitando ocho toros, los demás, de una manera o de otra, han estado a la altura. El problema es que esos ocho estaban al final. He leído muchas cosas en las redes sociales, he contestado algunas y otras no. Muchas son cosas que no tienen razón de ser. Yo tengo mi parte de responsabilidad, claro está, pero lees algunas cosas que dan síntomas de no tener ni idea de toros. Cualquiera que lea esos comentarios y sea un poquito coherente, se echa las manos a la cabeza. Pero bueno, saltándome a esos, a mí tampoco me ha gustado la feria ganaderamente hablando.

¿Ya ha dado algunas pinceladas para la feria del año que viene?

Te descentra tanto que una feria haya salido de esta manera que ahora tienes que hacer muchos planteamientos... Creo que debo de seguir en la misma línea que los últimos años, pero ahora lo tengo que meditar. Siempre empiezo la feria siguiente cuando termina la anterior, pero tengo que valorar hasta dónde tengo que llegar y hasta dónde no.