Apoteósico y trascendental triunfo de la Unión Balompédica, que supo aguantar el empuje inicial del Toledo, para asentarse en el terreno de juego y llevarse tres puntos muy trabajados y vitales en su carrera por escalar posiciones en la tabla.   

Nada tuvo que ver la primera parte, anodina, sin ocasiones destacables y de dominio visitante en su mayor parte, con una segunda bien distinta y emocionante para cualquier aficionado al fútbol. Este deporte, caprichoso y en muchas ocasiones apasionante, no se dilucidó hasta la última jugada de partido, ofreciendo una de las estampas más alegres de los últimos tiempos. Y eso que la pandemia hace que el semblante serio se oculte tras la mascarilla.

En toda crónica debería contarse el encuentro desde el pitido inicial, pero con los últimos cuatro minutos de juego del Conquense-Toledo basta para narrar el partido más conmovedor en lo que llevamos de campaña. 

Delirio ‘in extremis’ en La FuensantaA falta de un minuto para el final, y cuando parecía que el Conquense se iba a llevar una tremenda victoria al zurrón, el Toledo pescaba en río revuelto un tanto que le sabía a gloria. 

Lo que son las cosas del fútbol. A los de Fran García se les había escapado en el último suspiro tres puntos de oro, que iban a suponer un espaldarazo y un empujón definitivo en sus deseos de ir hacia arriba.

El CD Toledo, equipo llamado a estar en la parte alta, con presupuesto para ello, se tiró con descaro a la portería defendida por Sierra para hacer la machada y lograr el tanto que diera la vuelta al resultado y finiquitara de una vez por todas su particular crisis –sin un triunfo que llevarse a la boca en el 2021–.  

Delirio ‘in extremis’ en La FuensantaPero el Conquense no solo defendió el ímpetu verdiblanco en el área sino que se sumó rápidamente a la contra con una cabalgada estratosférica de José Vega por banda derecha, que cede a Héctor Rubio en el segundo palo y su disparo hace volar al meta Sergio para despejarlo. El esférico vuelve a caer a Vega, que da el pase atrás, para que el recién incorporado Dani Fernández cruce a la derecha del portero y el balón se aloje en las mallas.

Corría el minuto 92 y el tanto era definitivo. Sprint de todos los jugadores de campo, de los que aún hacían ejercicios de calentamiento y del cuerpo técnico para abrazarse en el banquillo a Fran García, que soltaba toda la rabia y la tensión acumulada con una explosión de júbilo. 

El resultado bien lo merecía. El Conquense había logrado con mucho trabajo tres puntos que se antojan trascendentes. 

Varios apuntes. Poco que mencionar de una primera parte dominada por los visitantes, hasta que el míster del conjunto blanquinegro adelantó a Masa  para ayudar en el centro del campo a Héctor Rubio, quitarse el agobio y frenar la presión que ejercían los verdiblancos en todo el campo. 

La oportunidad más clara de la primera parte fue para el Conquense. En el 41, el córner botado por Héctor Rubio al segundo palo fue rematado de volea por Pacheco y el disparo se marchó unos centímetros por encima de la portería defendida por el meta Sergio.

Todo el escenario de la primera mitad varió desde el primer minuto de la reanudación. El Conquense se mostró dispuesto a no ser dominado y el CD Toledo, que ayer dirigía de forma interina Miguel Falcón, también quiso dejar claro que tenía intención de llevarse el encuentro. 

En el primer minuto Álvaro Ramírez ya había probado con un buen centro desde la banda derecha que no encontró rematador. En la otra área, Álex Martín hacía lo propio en idéntica posición y era el portero Sierra el que blocaba. Y desde ahí, hasta prácticamente el final de partido, se sucedieron las ocasiones alternas en una y otra área. Pudo adelantarse la Balompédica en dos ocasiones. La primera con un pase atrás de Manzano que remató Paco Tomás a las nubes y la segunda, con el atacante de Almansa como protagonista, que no acertó a remachar un buen centro de Fermín. También dispuso el Toledo de dos oportunidades claras. En sendas jugadas, Álex Martín no estuvo acertado o se topó con el seguro meta Sierra.  

Daba la sensación de que el primero que marcase tenía muchas posibilidades de llevarse el gato al agua. Hasta que García puso en liza a José Vega y a Verdejo. El primero inició la jugada y dio el pase final al segundo, que tras un recorte se buscó el hueco para salvar la estirada de Sergio y anotar un tanto de bella factura que daba la razón al técnico conquense.