El Barça Lassa ha perdido este viernes ante el Fenerbahçe Beko Istanbul (88-82) en el Ulker Sports and Event Hall y no ha podido dar una sorpresa que tuvo cerca, que rozó al dominar al rival buena parte del partido, pero finalmente el feudo turco sigue invicto gracias a la actuación de Kostas Sloukas y al hundimiento de los blaugranas en final del último parcial.

Nadie ha ganado al Fenerbahçe en el Ulker pero los hombres de Pesic estuvieron cerca de lograr la machada. Aunque primero vieron como su entrenador era expulsado en el primer minuto. Una entrada en clara falta pero no señalada a Jaka Blazic provocó la entrada en la pista de Svetislav Pesic increpando al árbitro lituano, que le señaló técnica. Siguió la protesta y recibió una descalificante, por lo que fue expulsado.

Ello sirvió de catapulta emocional a un Barça Lassa que estuvo muy serio, conjuntado, jugando de tú a tú al poderoso Fenerbahçe y sometiéndolo. Los turcos perdieron su ventaja en el 35-33 del segundo cuarto y no la recuperaron hasta el 79-77, a falta de menos de dos minutos para el final. Entonces, Sloukas ya estaba 'on fire' y encendió con él a la grada, que respiró aliviada al ver que tampoco sería este viernes el día en que perdían en casa. Cinco triples llegó a meter el griego, que hizo un total de 22 puntos, y de ahí al final ya nada podía evitar la derrota azulgrana, con demasiados errores en los últimos cuatro minutos en los que anotó solo de tiros libres (88-82).

Al Barça seguramente le bastará con ganar los tres partidos en el Palau Blaugrana para ser quinto, pero esta derrota, que olía a victoria moral durante mucho tiempo, podría hacer daño ahora. Quizá hasta más que un tropiezo claro.

Trámite sencillo. El Kirolbet Baskonia se deshizo con contundencia del Buducnost Voli (82-62) en una gran segunda mitad, en la vigésima sexta jornada de la Euroliga, y mantiene el pulso por entrar en los "playoffs". Al equipo vitoriano le costó entrar en el partido ante el penúltimo de la fase regular pero tomó la delantera antes de concluir el primer cuarto y dominó en todas las facetas del juego.
Los locales no encontraron el antídoto para frenar las incursiones de los vascos, que sufrieron la lesión de Matt Janning para las próximas seis semanas pero no levantaron el pie del acelerador y en el comienzo del último capítulo pusieron la máxima diferencia del partido, 73-49, en un momento en el que un desarbolado Buducnost no fue capaz de poner oposición al juego vitoriano.