Francisco Martínez se convirtió este martes en aspirante a ganar el concurso de reality Masterchef que organiza Televisión Española y que cumple su novena edición. Este conquense trabaja en el restaurante Peñablanca del Centro Comercial Alcampo como camarero y se ha criado en el barrio de la Fuente del Oro. Su apuesta para entrar en la fase final, tras superar varias rondas, fue un plato elaborado con carrilleras que gustó a los jueces Samantha Vallejo-Nájera, Jordi Cruz y Pepe Fernández.

En el perfil que aparece en la página del programa, Martínez asegura que se considera un magnate de las ofertas y los catálogos de los supermercados. El camarero, casado, con un hijo de 20 meses y “una princesita” que viene de camino, se encarga de hacer la compra y es muy bueno administrándose con el dinero.

Gracias a su mujer entró en MasterChef porque ella fue la encargada de apuntarle al casting ya que él, “el tema del móvil y la tecnología lo entiende lo justito”. Es un apasionado del Atleti, porque dice que le gusta “vivir al límite y estar al borde de la taquicardia de vez en cuando”.