Luis Cano (1999) nació con una malformación en el brazo, pero eso no le ha frenado para conseguir sus objetivos en la vida. Uno de ellos, el más importante hasta el momento, es ser ciclista y a base de tesón y, sobre todo de afición un deporte muy sacrificado, lo ha conseguido.

Como la mayoría de los niños, Luis comenzó a montar en bici de pequeño, pero fue una prueba que se organizaba en su pueblo, Vellisca, lo que hizo despertar su interés por la competición. «Colaboraba en la prueba con el avituallamiento, entregando comida y bebida y me llamó la atención», recuerda, como también «en ese momento nadie me apoyaba por mi discapacidad». En este punto Luis Cano explica que «nací sin dedo pulgar en la mano izquierda y sin radio en ese brazo, por lo que no tengo la rotación de la muñeca y el brazo es más pequeño y más corto».

Ha pasado por el quirófano en varias ocasiones y le han trasladado el dedo índice al lugar del pulgar para poder hacer pinza con los dedos y poder agarrar objetos, pero sigue sin tener movilidad en la muñeca.

Tras esa marcha ciclista en su pueblo y con solo 15 años decidió vender una consola de videojuegos que tenía «para comprarme una bici de montaña sin tener que pedirle el dinero a mis padres» y recuerda que a su familia «le daba miedo porque la gente que corría les decían que era muy duro y con mi dificultad en la mano pensaban que no iba a poder, y mira dónde estoy ahora».

En el año 2017 conoció a un hombre que competía en el Circuito MTB de la Diputación de Cuenca fue quien le animó a participar en carreras. «Un día quedamos para salir juntos con las bicis y entonces me dijo que corriera el siguiente fin de semana en la que fue la primera carrera de mi vida, en Valdeganga de Cuenca». En ese momento se dio cuenta de que podía dedicarse al ciclismo. «Me gustó mucho la experiencia, el ciclismo es un deporte en el que lo haces todo tú, eres el que tienes que llegar a meta, lo que pasa en carrera lo tienes que solucionar tú».

Sus inicios en la competición y gran parte de su carrera hasta el momento han sido en el ciclismo convencional, es decir no competía en categorías para discapacitados. Y a pesar de sus problemas físicos ha ganado varias carreras. «En el ciclismo de montaña no hay categoría adaptada y hasta el año pasado he corrido en BTT, he participado en pruebas Open y en el Circuito de la Diputación», pero en 2020 dio el salto al ciclismo de carretera adaptado y comenzó fuerte porque disputó un Campeonato de España y un Europeo en Extremadura. «Se me dio bastante bien a pesar de que con el confinamiento no estaba en mi mejor forma».

Aunque se inclina un poco más por el ciclismo de montaña, «también me llama mucho el de carretera», asegura. Y por ello ahora va a adaptar su calendario de competiciones a las dos modalidades. «Este año he empezado a entrenar con una bici de montaña para hacer las pruebas que pueda y a la vez mirar las carreras de adaptado en carretera que hay para cuadrar el calendario».

Este año ya ha ganado su primera prueba en el Circuito Scott 7 Estrellas de Madrid que se disputó en Talamanca del Jarama, donde se impuso en la categoría Sub-23 Popular. Ahora tiene en mente participar en la Copa de España de Ciclismo Adaptado, «después prepararé el Campeonato de España y por último el Campeonato de Europa». Mientras que en montaña seguirá compitiendo en el Circuito Scott porque «después de ganar la primera carrera me han invitado a la segunda».

En el ciclismo adaptado ya ha debutado con la selección de Castilla-La Mancha y su buena actuación ya ha hecho que la selección nacional se haya fijado en él. «En el Campeonato de España me dijeron que para ser tan joven y ser mi primer año lo había hecho muy bien y que me iban a seguir», señala. Es pronto, pero el gran sueño de Luis Cano es disputar unos Juegos Paralímpicos. «El sueño principal es ir a los Juegos, todavía es pronto y me falta experiencia. En ciclismo quien más sabe es el que está delante».

Amiab. Un momento clave en la carrera y en la vida de Luis Cano fue la aparición de la empresa Amiab. Empezó a trabajar en ella en 2018 y «en una comida conocí al jefe y le comenté que competía en ciclismo y empezamos a hablar de que me podían patrocinar y la verdad es que hasta ahora todo va genial porque me ayudan mucho porque me pagan la inscripción en las carreras, la ropa y cualquier tipo de ayuda que necesite».

A través de Amiab, Luis también tiene previsto dar charlas para tratar de acercar el deporte a gente con discapacidad porque tiene claro que «si quieren pueden». «Ser discapacitado es como ser especial, tienes algo, pero es algo que te hace más fuerte. Nunca miro que tengo un discapacidad, me exijo mucho y muchas veces la gente me dice que teniendo lo que tengo cómo soy capaz de competir, pero les contesto que no miro lo que tengo». Así es como se saltan las barreras que nos pone la vida.