Las Cortes reivindican la vocación política de Vaquero

L.G.E.
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«Cuando salió de la operación a corazón abierto estos últimos días, lo primero que dijo en la UCI fue que le trajeran el Ipad para votar en el Senado», cuenta Page

Las Cortes reivindican la vocación política de Vaquero - Foto: David Esteban

A la una menos cuarto de la tarde entró en el patio de las Cortes un coche fúnebre con coronas de flores. La política castellano-manchega y una representación de la política nacional han despedido hoy a Jesús Fernández Vaquero. Lo hicieron en un Parlamento autonómico en el que Vaquero representó a los ciudadanos durante cinco legislaturas. Hace dos años estaba presidiendo esta institución y sus diputados le votaron después para que fuera senador por designación autonómica, escaño que ocupó hasta el momento de su muerte el pasado miércoles por una afección cardíaca.

«Cuando salió de la operación a corazón abierto estos últimos días, lo primero que dijo en la UCI fue, por favor, traedme el iPad para poder votar en el Senado», contó Emiliano García-Page, presidente de la Junta. Dice que le preguntó al médico si podría seguir haciendo política. 

Delante del escudo regional se colocó el ataúd de Jesús Fernández Vaquero, que se cubrió con una bandera de Castilla-La Mancha. Las banderas que ondeaban esta tarde en las Cortes lo hacían a media asta o con crespones negros.  A los pies del féretro se colocó un centro de rosas rojas. El acto de homenaje empezó primero con el sonido de un violín, después se guardó un minuto de silencio y a continuación se sucedieron las intervenciones del actual presidente de las Cortes, Pablo Bellido, de la presidenta del Senado, Pilar Llop y del presidente de la Junta. 

Las Cortes reivindican la vocación política de VaqueroLas Cortes reivindican la vocación política de Vaquero - Foto: David EstebanEn la primera fila de asientos estaba la familia de Fernández Vaquero. Page se dirigió a ellos para asegurarles que la política nunca le distrajo de atender lo que le pasaba a los suyos. «Aunque os parezca mentira, el mayor tiempo lo ha dedicado a vosotros», señaló el presidente de la Junta, que dice que así lo ha visto a lo largo de estos años tanto durante su trabajo en las Cortes, como en otros despachos o en viajes. Les trasladó también el «mensaje cariñosísimo» que le hizo llegar el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez.

Al acto asistió una representación importante de los que han sido presidente de las Cortes. Estaba, por ejemplo, José María Barreda, que además de presidente de la Junta, ha sido el que ha estado más años al frente del Parlamento autonómico. También asistió Francisco Pardo, que en la actualidad es director de la Policía Nacional. No faltó el único presidente de las Cortes que ha tenido el PP, Vicente Tirado, que tuvo una relación de amistad con Fernández Vaquero a pesar de ser de partidos distintos. «Casi me daba envidia cuando le echaba piropos a Vicente», expuso Page, que reconoció que entre los dos se había forjado una «entrañable y sincera amistad».

Page agradeció expresamente la presencia de dirigentes del PP y de Ciudadanos en el acto de homenaje. La lista de los representantes socialistas presentes en el acto  incluyó a su sucesor en la Secretaría de Organización del PSOE en la región, Sergio Gutiérrez, el portavoz de los socialistas en el Senado, Ander Gil, el presidente de la Diputación de Toledo, Álvaro Gutiérrez, la alcaldesa de la ciudad, Milagros Tolón, compañeros senadores y diputados, así como el Gobierno regional. 

Las Cortes reivindican la vocación política de VaqueroLas Cortes reivindican la vocación política de Vaquero«Todo el mundo despide a los seres queridos, pero este acto tiene alcance político e institucional», expresó el presidente de la Junta, «independientemente de la valoración que haya en la sociedad de los políticos e instituciones, Jesús aportó muchas cosas a la vida pública». Dejó claro que lo de Fernández Vaquero fue vocación: «Ha tenido mil ocasiones para dejarlo, porque esto tiene no solo mucho de duro, sino muchas veces de ingrato». Pero no abandonó, siguió por su «compromiso y sus ideas». «Por favor, que eso no falte nunca, gente que quiere estar no por dinero y por intereses, sino por absoluta vocación», expresó Page. 

Quizá por esa vocación y a la vez por mantener los pies en la tierra, Page hoy le ha llamado ‘Quijosancho’.  Vaquero, que tenía algo de los dos, seguro lo habría apostillado.

«Es de justicia en un día triste recordar su alegría, su vitalidad y su humor». 

«Es muy duro intervenir cuando nos inunda la tristeza, pero queríamos hacer este homenaje». Así empezó el presidente de las Cortes, Pablo Bellido, su intervención. Y precisamente por ser un día triste recordó que Fernández Vaquero era un hombre muy alegre: «Es de justicia en un día triste recordar su alegría, su vitalidad y su humor». 

Añadió que era optimista y que le «quitaba hierro a los problemas». Bellido señaló que si no llega a ser por la pandemia que ha cambiado también la vida política en los parlamentos, «Jesús habría sido capaz de convertirse en el centro del Senado, con su capacidad de utilizar anécdotas, comidas, para unir personas con distintas ideologías». 

Precisamente algo que destacó el presidente de las Cortes fue su trabajo por el acuerdo y el entendimiento entre distintas fuerzas políticas. «Jesús comprendía que el adversario no es un enemigo, que la discrepancia no puede dar pie a un conflicto si se puede dialogar o sumar», expuso. Bellido recalcó que «sus claves eran sencillas; poner los valores delante de los enfrentamientos, querer trabajar por los demás». 

Al igual que hizo después Page en su discurso, el presidente de las Cortes resaltó la vocación política de Fernández Vaquero. «Tuvo una dedicación a la actividad política obsesiva tanto en el ámbito institucional como en el orgánico». Recordó que en las Cortes regionales, por ejemplo, ha sido uno de los diputados más longevos y desempeñó casi todas las responsabilidades distintas que hay en la Mesa de las Cortes. La mayor de todas, la Presidencia, la hizo en la única legislatura en la que en Castilla-La Mancha hubo un Gobierno de coalición. 

«Era un hombre muy grande, generoso, con un corazón enorme, sabio, inteligente y profundamente bueno», señaló Bellido. Aunque su vocación por los demás le llevó a la política, el presidente de las Cortes recuerda que Fernández Vaquero fue de profesión maestro y de facto se convirtió en el «maestro de muchos».