Cuenca tiene 636 aerogeneradores con una potencia de 917 Mw

Leo Cortijo
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Los 27 parques eólicos que se reparten por la provincia salpican a unos 17 municipios, de los que Sisante, San Martín de Boniches, Mira, Tébar y Campillo de Altobuey son los que cuentan con un mayor número de molinos

En el municipio de Tébar existen dos parques eólicos, Cuesta Colorada y Las Lomillas, con 66 molinos instalados y una potencia de 90 megavatios. - Foto: Reyes Martí­nez

Castilla-La Mancha en general y Cuenca en particular se posicionan como puntales de una estrategia clara y decidida por parte de la Administración de cara a un futuro energético sostenible. Las energías renovables pasan por ser una pieza esencial en el desarrollo de los territorios a través del empleo y la economía, especialmente aquellos más golpeados por la constante amenaza de la despoblación. En este sentido, la provincia conquense tiene mucho que decir y, todavía, un largo camino que recorrer.

Además de por otro tipo de instalaciones, como las fotovoltaicas, las hidroeléctricas o las de aprovechamiento de la biomasa, gran parte del paisaje agreste y montaraz de la provincia se ha poblado de aerogeneradores de un tiempo a esta parte. A lo largo y ancho de los 17.000 kilómetros cuadrados que conforman la orografía conquense, cada vez es más habitual encontrarse con algunos de estos espigados gigantes con aspas. Según los datos a los que ha tenido acceso La Tribuna, ahora mismo existen en la provincia en torno a unos 27 parques eólicos, con 636 molinos y una potencia total instalada que ronda los 917 megavatios.

Si profundizamos en la nómina de parques que inundan el territorio, hay varios municipios en los que estos aerogeneradores tienen una presencia preponderante. En Sisante, sin ir más lejos, en tres instalaciones distintas hay implantados casi cien molinos que generan por encima de los 148 megavatios. 93 más hay en San Martín de Boniches, 80 en Mira, 66 en Tébar y Campillo de Altobuey, 58 en Graja de Campalbo y 31 en Villalba del Rey. Éstos son algunos de los parques más numerosos, pero tampoco se pueden perder de vista aquellos cuyos artefactos generan más energía, como los 25 de Chumillas o Algarra y los 17 de Motilla del Palancar –la última planta instalada– que rondan los 50 megavatios. También los hay más sencillos, en Campos del Paraíso, Villamayor de Santiago, Barchín del Hoyo, Castillo de Garimuñoz, Villanueva de la Jara o Iniesta, entre otros.

El delegado provincial de Desarrollo Sostenible, Rodrigo Molina, enarbola la bandera conquense y recalca que la provincia «tiene mucho que decir de cara al futuro» en este sentido, pero también «ahora mismo» porque los datos que hay sobre la mesa «avalan» su papel. Desde el Gobierno regional, argumenta, se está llevando a cabo un esfuerzo «mayúsculo» por atraer este tipo de inversiones. Algo que incluso les ha obligado a «adaptarse» como administración, debido a la gran carga de trabajo, apoyándose en técnicos y auxiliares. El fin último es que no se produzca «ningún tipo de retraso» en la tramitación de los expedientes, que en algunos casos son «muy farragosos». La delegación de Desarrollo Sostenible tiene entre ceja y ceja «agilizar» todo lo que se pueda estos procesos.

La receta del éxito, entiende Molina, se sustenta en tres patas fundamentales. Por un lado, la materia prima, ya que el territorio, el sol y el viento «predominan» en esta provincia. Por otro, la «apuesta decidida» de las administraciones públicas. Y, en tercer lugar, la decisión de aquellas empresas «a las que atraemos para que inviertan». Todo suma para cabalgar a lomos de la economía circular y las energías renovables, «que son el futuro».

Ahí se abre una «oportunidad» para Cuenca, pues «la creación de empleo en el medio rural, que es donde más se necesita por una cuestión demográfica, es un revulsivo». Ayuda tanto la construcción de las instalaciones como el posterior mantenimiento, «que puede generar varios puestos de trabajo».

 

El Gobierno tramita ya cinco parques nuevos que proyectan 200 molinos más

Suma y sigue. Los más de 630 aerogeneradores que ya hay instalados en territorio conquense verán aumentado su número de forma considerable en los próximos tiempos. La Subdelegación del Gobierno en Cuenca, a través del área de Industria y Energía, tiene en la cartera cinco nuevos parques eólicos, que en este momento se encuentran en diferentes etapas de tramitación. Estas nuevas instalaciones supondrán 199 nuevos molinos, con una potencia total instalada cercana a los 664 megavatios.

De esta baraja de proyectos, el de mayor envergadura, de largo, es el parque eólico Gecama, que repercute en los términos municipales de Atalaya del Cañavate, Tébar, Cañada Juncosa y Honrubia. Esta instalación, que proyecta 31 aerogeneradores de 3 megavatios y otros 49 de 4,5, pretende generar 313,5 Mw de potencia. Desde el pasado 4 de junio cuenta con la autorización administrativa pertinente para su construcción.

El segundo de los parques lleva por nombre Cuevas de Velasco, y afecta a los pueblos de Torrejoncillo del Rey y Huerta de la Obispalía. Aunque la potencia instalada es de 104,5 megavatios –merced a sus 19 aerogeneradores de 5,5 Mw cada uno–, según lo estipulado en los permisos de acceso y conexión, la potencia máxima que se podrá evacuar será de 100 megavatios. En este caso, la autorización de construcción data del 11 de septiembre del año pasado.

La otra gran instalación hace referencia al parque eólico Campillo de Altobuey, que se divide a su vez en tres fases. En la primera, hay planteados 30 aerogeneradores y una potencia de 75 megavatios, mientras que en la segunda y en la tercera se contemplan 35 molinos con 87,5 Mw en cada una de ellas. Las localidades a las que repercute este parque eólico son Campillo de Altobuey y Enguídanos. La construcción de las tres fases del mismo, que cuenta con la declaración de utilidad pública, está autorizada desde el 13 de febrero de 2020.

Desde la Subdelegación señalan que este Gobierno «apuesta decididamente» por un futuro energético sostenible. En este sentido, la importancia de la política energética para el Ejecutivo «tiene reflejo» en el Plan de Recuperación presentado el pasado otoño, «que lo concibe como un proyecto de país orientado hacia la modernización de la economía y dando respuesta a los retos de la próxima década».

De esta forma, entienden que el impulso de la energía eólica en la provincia está siendo «sobresaliente». De hecho, recalcan que hay un parque eólico tramitado desde la Subdelegación del Gobierno en Cuenca que se puso en funcionamiento el pasado otoño, como es el de Motilla del Palancar. Entre los que se están tramitando, desde la Administración ponen el foco especialmente en el de Gecama, al tratarse de «uno de los parques eólicos más grandes de España, si no el que más, convirtiéndose así Cuenca en una provincia de referencia en la energía eólica».

«El desarrollo de las energías renovables es uno de los aspectos claves de la política energética nacional, ya que contribuye de forma eficiente a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y permite una mayor diversificación de nuestras fuentes de suministros al promover recursos autóctonos», rematan estas fuentes del Ejecutivo nacional.