La lluvia no dio tregua el Viernes Santo y obligó a cancelar la procesión del Santo Entierro. El numeroso público que se ha congregado en la plaza Mayor pudo contemplar la salida de la procesión pero la lluvia volvió a arreciar y los responsables de la procesión tomaron la decisión de cancelar el desfile procesional, pese a que iba a completar un recorrido más corto. El único paso que ha salido es el de la Cruz Desnuda de Jerusalén, mientras que el Cristo Yacente y Nuestra Señora de la Soledad y de la Cruz han permanecido en el interior de la Catedral.