Campaña agridulce para la remolacha

M.H. (SPC)
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Las cifras de producción por hectárea serán altas, pero ha mermado la superficie cultivada y hay preocupación por el impuesto a las bebidas azucaradas

La planta de ACOR en la localidad de Olmedo (Valladolid).

Según el Ministerio de Agricultura, la mayor parte del cultivo de remolacha azucarera en España se concentra en la zona norte. Castilla y León, La Rioja, País Vasco y Navarra copan la producción de esta raíz, que se distribuye en algo más de 20.000 hectáreas este año y está asociada a cuatro fábricas distribuidas por la meseta norte pertenecientes a dos empresas diferentes: La Bañeza (León), Toro (Zamora) y Miranda de Ebro (Burgos) -de Azucarera Iberia S.L.- y Olmedo (Valladolid) -de ACOR-.

Se trata de un importante cultivo de regadío del que viven varios miles de agricultores y en estas fechas está comenzado su campaña de recogida, que se prolongará hasta bien entrado el año que viene con unas perspectivas, en principio, excelentes.

Desde la Sociedad Cooperativa General Agropecuaria ACOR explican que se han contratado 10.440 hectáreas y que, según las muestras de remolacha recogidas en septiembre, las expectativas son buenas, algo que se ha confirmado una vez empezada la recepción de producto en su fábrica de Olmedo a primeros de octubre con una riqueza media las dos primeras jornadas de 17,34 grados. Su presidente, Justino Medrano, ha declarado que «vamos a ver cómo se desarrolla la campaña y cómo nos condiciona la meteorología, pero a priori los datos apuntan a unos buenos rendimientos de forma generalizada en todas las zonas remolacheras. Ahora es fundamental coordinar la recolección con nuestro equipo del servicio agronómico y el sistema de módulos que ya integra al 70% de los contratos. Estamos muy ilusionados con esta campaña, hemos hecho importantes reformas en fábrica y nuestra política de ajustes nos ha permitido ahorrar cerca de 4,5 millones».

Aunque más de un tercio de la remolacha que reciben el Olmedo se cultiva en Valladolid, ACOR recibe materia prima de todas las provincias de Castilla y León y está tratando de aumentar la superficie (que este año es de algo más de 10.000 has.). Medrano añadía que «estamos en el campo a diario trabajando con los socios, conociendo de primera mano sus necesidades para que la Cooperativa aporte soluciones y poder incrementar así el número de hectáreas».

Azucarera Ibérica trabaja con una extensión de remolacha similar, que moltura en sus tres plantas de La Bañeza, Toro y Miranda de Ebro. Aunque durante la campaña de siembra en primavera esperaban poder alcanzar las 12.000, la pandemia y las lluvias complicaron las cosas. En Azucarera creen que, con el estado de alarma recién declarado, el miedo a la enfermedad influyó en la merma de superficie. Las potentes precipitaciones que se registraron durante esas semanas de marzo también dificultaron la siembra en algunas áreas.

En cuanto al precio de la remolacha, parece que la sequía y el pulgón que han afectado a los principales países productores de la Unión Europea, Francia y Alemania, va a ser un factor a favor, pero hay cierta incertidumbre por los precios del azúcar, ya que parece que los grandes compradores de este producto están a la espera de posibles confinamientos como los que ya se están produciendo fuera y dentro de nuestras fronteras.

También hay intranquilidad por el impuesto a las bebidas azucaradas que ha creado el Ministerio de Consumo. El Ayuntamiento de La Bañeza, sede de una de las fábricas de Azucarera, mostraba su preocupación por este asunto, ya que esta industria genera «muchos puestos de trabajo muy cualificados» en la comarca, y así se lo hacía saber al senador del PP por León, Javier Santiago, hace unos días.

En esa reunión se incidió en el carácter «esencial» de este producto «tan importante en la industria alimentaria, y no entendemos que con los esfuerzos que se están haciendo para reducir la huella sobre el territorio, a través de las inversiones para la modernización del regadío, se esté atacando precisamente a una industria que se está esforzando por cumplir con la Agenda 2030». Tampoco entienden que, mientras que la Junta de Castilla y León está dando su «completo apoyo» al sector -puesto de manifiesto por el propio presidente, Alfonso Fernández Mañueco, en su visita a la Azucarera el pasado mes de mayo-, desde el Ministerio se esté «dinamitando». El político popular se comprometió a presentar una moción en el Senado y una enmienda a los presupuestos en relación a este asunto.