El peso de la Pasión: ¿Cuánto pesan nuestros pasos?

Leo Cortijo
-

'La Tribuna' se ha puesto en contacto con las 33 cofradías de la Pasión conquense para obtener el tonelaje de los 43 pasos que procesionan por las calles de la ciudad entre el Domingo de Ramos y el de Resurrección.

El Peso de la Pasión: ¿Cuánto pesan nuestros pasos?

Todos los nazarenos, especialmente aquellos que son banceros, se lo han preguntado alguna vez: ¿Cuánto pesan los pasos de la Semana Santa de Cuenca? Despejar la incógnita de esta ecuación resulta bastante complejo, pues prácticamente la totalidad de las hermandades no tiene pesadas sus imágenes de forma precisa y todo se reduce a estimaciones aproximadas. La Tribuna se ha puesto en contacto con las 33 cofradías de la Pasión conquense para obtener el tonelaje de los 43 pasos que procesionan por las calles de la ciudad entre el Domingo de Ramos y el de Resurrección. Exceptuando las cuatro que no disponen de ningún cálculo aproximado –Cristo de la Luz, El Prendimiento, Jesús Nazareno de El Salvador y Soledad de San Agustín– la primera conclusión de este análisis es contundente: el peso de la Pasión en Cuenca alcanza los 27.960 kilos.

Una cantidad que es portada por la nada desdeñable cifra de 1.268 banceros. La relación entre ambos factores arroja otro resultado relevante –seguramente el más importante–, y es la media de kilos que soporta en su hombro cada bancero, que se sitúa en torno a los 22. Si ponemos el foco en casos concretos, podemos destacar que el paso más pesado de la Semana Santa conquense es el de San Pedro Apóstol, que crece hasta los 1.800 kilos. No en vano, es la hermandad que cuenta con más banceros entre sus filas, pues son 68. Otra imagen del Miércoles Santo, también muy voluminosa, la Santa Cena, alcanza los 1.600 kilos, que son portados por 66 banceros. Es decir, ambas se mueven en cifras muy similares. En el extremo sideralmente opuesto, como el paso más liviano de la Pasión, se encuentra el Ecce-Homo de San Gil, que ronda los 250 kilos. Éste, junto con el Cristo de marfil (350 kilos), es el que procesiona con menos banceros, ya que se quedan en la veintena.

Reducción de pesos. De un tiempo a esta parte, una gran cantidad de hermandades han seguido un mismo patrón, y es apostar decididamente por aligerar el peso de sus pasos. La evolución de los materiales ha posibilitado, por ejemplo, que los banzos de hierro o madera laminada –excesivamente pesados– se sustituyan por otros de aluminio. O, de igual forma, la iluminación tradicional se ha cambiado por LED, lo que alivia la necesidad de cargar con baterías.

Ese es el caso de la Santa Cena, que recientemente redujo media tonelada su peso gracias a una reforma completa de su estructura para hacerla más liviana, lo que a su vez ha obligado a una redistribución de los banceros. Por otro lado, San Juan Evangelista redujo unos 150 kilos modificando la estructura de hierro y los banzos de madera por aluminio. Caso similiar al de la Soledad del Puente, que hizo lo propio en 2010 para restar 100 kilos, y al de Jesús caído y la Verónica, que le restó en torno a 250 hace ya 14 años.

Ahora bien, hay circunstancias en las que ocurre todo lo contrario. De esta forma, San Juan Bautista es tan pesado porque cada uno de sus cuatro grupos de luz, de hierro puro, pesan en torno a 50 kilos. Asimismo, hay hermandades que han aligerado peso ahuecando sus imágenes. Sin embargo, ese no es el caso de El Bautismo o Jesús con la Caña, por ejemplo, cuyas tallas son macizas. Otra curiosidad a tener en cuenta nos la proporcionan las dos Esperanzas, la del Domingo de Ramos y la del Martes Santo, cuyos mantos pesan 90 y 80 kilos, respectivamente.