De Hong Kong  a Chile, pasando por el Líbano o Ecuador, las protestas sacuden el planeta, con millones de personas en las calles por diferentes razones, aunque con un denominador común: el descontento social. La falta de derechos democráticos, la subida de los impuestos o una economía bajo mínimos son las diversas motivaciones que han movilizado a las sociedades de medio mundo, en su mayoría sin tener en cuenta el sexo, edad o ideología política.
Estas reivindicaciones cuentan con un amplio respaldo popular, con multitudinarias marchas pacíficas, pero también con disturbios violentos, toques de queda, declaraciones de estado de emergencia y militarización, que han causado muertos y numerosos heridos, en un momento de gran conciencia social que choca con la escasa sensibilidad de los gobernantes.

Hong kong

Miles de personas continúan protestando cuatro meses después de lo que supuso el pistoletazo de salida del actual desarraigo social en el planeta.
Superada su mecha inicial -una propuesta de ley de extradición ya retirada-, la protesta ha pasado a convertirse en un movimiento que busca una mejora de los mecanismos democráticos que rigen Hong Kong y una oposición al autoritarismo de Pekín.
Las manifestaciones, que comenzaron siendo pacíficas, han degenerado en enfrentamientos violentos con las fuerzas de seguridad y escenas de caos, con bloqueos de carreteras, lanzamiento de cócteles molotov, cargas policiales o, incluso, el uso de gases lacrimógenos.

Chile

Es un país considerado el alumno aventajado de las políticas neoliberales con éxito en Latinoamérica. Estabilidad, crecimiento y disciplina fiscal son la tarjeta de visita de una nación ejemplar que, en realidad, esconde una sociedad muy desigual.
El alza de la tarifa del metro ha sido la gota que ha colmado el vaso en el noveno país con el transporte público más caro del planeta y donde algunas familias tienen que pagar el 30 por ciento de su sueldo mensual para ir al trabajo.

Ecuador

Ha sido la chispa que despertó este octubre las protestas en América Latina, cuando el Gobierno aprobó la eliminación de los subsidios al combustible, que estaban vigentes desde hacía décadas.
Tras 12 días de batalla campal en las calles, con un balance de siete muertos y más de 1.340 heridos, la revuelta popular se frenó al derogarse esa polémica medida, que afectaba a cientos de miles de familias campesinas e indígenas.

El Líbano

El detonante de las movilizaciones fue el anuncio de una tasa de 20 centavos de dólar por día a las llamadas de voz por WhatsApp o Viber en un intento de aumentar los ingresos de la deteriorada economía del país.
Las multitudinarias marchas de los libaneses han logrado poner de acuerdo a los partidos del Gobierno sobre un paquete de reformas para salir de la crisis y terminar con el descontento popular.

Irak

Más de 100 muertos y 6.000 heridos es el resultado de las protestas en Irak, donde sus habitantes salieron este mes a las calles para exigir mejores servicios públicos, trabajo y el fin de la corrupción.
La brutalidad de la represión -se empleó fuego real en las cargas policiales- y las enormes restricciones dejaron clara la falta de libertad en un país tristemente acostumbrado a la guerra, donde las autoridades han logrado contener, al menos de momento, el enfado ciudadano con medidas económicas y sociales.