El presidente de Castilla-La Mancha en funciones, Emiliano García-Page, pidió a la nueva Comisión Europea, resultante de las elecciones del pasado 26 de mayo, que «cierre filas» para evitar una guerra comercial que «nadie quiere» con Estados Unidos, porque «las reglas no se pueden romper unilateralmente» como, en su opinión, cree que está haciendo Donald Trump.

García-Page hizo esta petición durante la clausura de la VIII Edición ‘El reto de exportar’ que se celebró en Toledo, donde confesó ver «con preocupación las noticias que cada mañana da el presidente de Estados Unidos». «Sinceramente, casi verlo ya me asusta, porque si un día me da un sobresalto en materia armamentística, otro día lo da en materia ambiental. Pero esto que está desatando ahora, que es una ruptura por completo del equilibrio comercial es verdaderamente arriesgado», sostuvo.

Tras lamentar que «ya está mal romper la multilateralidad en el compromiso medioambiental» como plantea Trump, a García-Page se le antoja «grave» que «el país del capitalismo esté hoy haciendo trampas con el proteccionismo».

«No podemos estar a expensas y mirar para otro lado. El comercio internacional tiene reglas y es evidente que esas reglas se las están saltando de manera unilateral y esto sobrepasa con mucho el problema ideológico. No es un problema ni de izquierdas ni de derechas, es un problema de concepción y de egoísmo», condenó García-Page, que recordó que «hoy son los vinos franceses, pero mañana puedes ser los de Castilla-La Mancha».

Y es que tras defender que a España le va bien cuando trabaja «en red» y que también así le ha ido bien a Estados Unidos, señaló que «no se puede estar siempre en vilo de lo que va a terminar pasando con los chinos». En este punto, tras destacar que China está invirtiendo una «barbaridad» en la región, avanzó un proyecto muy importante que se instalará en la comunidad autónoma y que pronto se discutirá con el propio embajador de China.