'El Gallo' quiere que la primera del año le ayude a "crecer"

Leo Cortijo
-

La temporada de Aitor Darío 'El Gallo' alzó telón en la manchega plaza de toros de Santa Cruz de Mudela con una única oreja en el esportón, aunque habría cosechado un premio mayor si no hubiera sido por el mal empleo de la espada con su primero

'El Gallo' quiere que la primera del año le ayude a "crecer"

La temporada de Aitor Darío El Gallo alzó telón en la manchega plaza de toros de Santa Cruz de Mudela con una única oreja en el esportón, aunque habría cosechado un premio mayor si no hubiera sido por el mal empleo de la espada con su primero. Con todo, el torero prefiere ver el vaso «medio lleno» y quedarse con lo positivo, que fue «romper el hielo de la temporada y medirme, por fin, con los animales», destaca. No en vano, el festejo anterior en el que se vio anunciado tuvo lugar en agosto del año pasado en Belmonte.

El Gallo era consciente de que ésta era una oportunidad «muy importante», pero a su vez, también un «arma de doble filo», y es que «con la televisión de por medio se muestra todo, lo que hagas bien y lo que hagas mal, por eso mi apuesta fue arriesgada». Con todo, recalca que las carencias que se pudieran evidenciar eran «lógicas», pues se trataba de la primera corrida de la temporada y la tercera como matador de toros. «Los toros fueron exigentes y el compromiso difícil», apunta.

Por eso, las sensaciones tras este festejo son «agridulces», y es que «uno no se prepara al máximo para cortar una oreja, sino para triunfar de forma rotunda». Aún así, añade que si no hubiera sido por el fallo a la hora de matar «ahora estaríamos hablando de otra cosa bien distinta». Esa es la base en la que ahora «hay que seguir trabajando para ir puliendo esas cositas que solo te da el rodaje de ir toreando», destaca.

En cuanto a su actuación, hay que destacar que las de El Gallo fueron unas formas suaves y toreras, sobre todo con la mano izquierda, con su primero. Hubo intención de torear bien, pero también un deficiente manejo del acero. Se justificó muy dignamente frente al cambiante sexto, sin poder lograr cotas de nivel pero quedando por encima del toro.