Primera derrota de la campaña del Liberbank Cuenca en El Sargal, que sucumbió en los últimos segundos de partido por un apretado 25-26. El Liberbank Cantabria devolvió a la realidad a los de Lidió Jiménez, en el último suspiro, donde duele. No hay que buscar excusas. A los conquenses no se les dio bien la tarde y acabaron por pagarlo caro.

Maciel sostuvo al equipo en la primera mitad. El argentino era de largo el mejor de los locales, hasta el punto de acumular más del 52 por ciento de efectividad. Tampoco funcionaba el ataque, con cuantiosas pérdidas, que permitieron a los cántabros mantenerse en el encuentro. La llamada de atención del técnico conquense, Lidio Jiménez, permitió que los locales se fueran al descanso con tres tantos de renta (13-10).

No cambió mucho el guion del encuentro en la segunda. Si bien los conquenses lograron mantener la diferencia de dos y tres goles arriba jugando seis largos minutos por dos exclusiones seguidas de Eskericic, la segunda por protestar, y otra de Marrochi. Maciel tampoco era efectivo y Lidio decidía sacar a la pista a Samu que en los primeros ataques le daba la razón con varias parada de mérito. No obstante, Cuenca se atascó en ataque. Natán desaparecido, Sergio López ausente y la sombra alargada de los lesionados Dutra y Baronetto se hacía notar. El mal día de los locales lo aprovechó un paciente Liberbank Cantabria que nunca se fue del partido y aprovechó todos los ataques. Valles fue un verdadero incordio para la defensa y Zungri ejecutó al equipo a falta de cinco segundos.