Esto ya no depende del cristal con el que se mire, sino del medidor de velocidad que tiene cada partido político. La última discrepancia entre el PP y el PSOE de Castilla-La Mancha ha venido por el ritmo de vacunación, donde según quien hable, parece que va a dos velocidades. 

El portavoz del PP de Castilla-La Mancha, Francisco Cañizares, señaló esta mañana que Page ha quedado en evidencia pues recalca que comenzó la semana presumiendo de que ya estaba vacunada casi la mitad de la población, a pesar de que –según los datos ofrecidos por el Ministerio– la pauta completa de vacunados solo alcanza el 11%. Por eso recriminó a Page su «dinámica de desconcierto» a la población en un momento «tan complicado para nuestra tierra». «No puede ser que los datos que ofrece todos los días el Gobierno regional sean inciertos y engañosos mintiendo descaradamente a los ciudadanos», denunció. 

En este sentido, aseguró que este tipo de actitudes no se entienden «salvo por el sentimiento de culpa que tiene Page y su gobierno ante la nefasta gestión sanitaria realizada durante la pandemia».

Mora dice que se está vacunando «a mucha rapidez». Esta semana se llega a las 900.000 dosis. El presidente del PSOE en las Cortes, Fernando Mora, destacó lo contrario, el buen ritmo de vacunación contra la COVID-19 en Castilla-La Mancha, pues se llegará casi a las 900.000 dosis administradas esta semana, y lamentó que el PP de la región quiera «torpedear» también con este asunto. 

Mora resaltó que se trata de una cifra «muy importante», al tiempo que aplaude que «lo estamos haciendo con mucha más rapidez que otras comunidades autónomas», por encima de la media nacional. 

«Estamos en un ritmo muy bueno en la imposición de vacunas y vamos a seguir con ese ritmo, lo que no estamos dispuestos a admitir es que haya partidos que se dediquen simplemente a torpedear», afirmó Mora, quien pregunta al PP «por qué tiene que hacer una guerra de vacunas».