Cuenca y los conquenses ya ven la luz al final de un túnel muy largo y negro que dura cerca de 13 semanas. La desescalada y la vuelta a esa nueva normalidad que nos espera se va apreciando poco a poco con las medidas aplicadas en la fase 3, que desde este pasado lunes se implementan en todos los sectores comerciales, económicos y sociales. Ya no habrá franjas horarias, se establece una mayor flexibilidad en la movilidad de las personas y, en líneas generales, podemos comenzar a hacer una vida social más estrecha e intensa con familiares, amigos y retomar las relaciones con las personas cercanas. Al fin y al cabo, esa es la base de toda sociedad moderna.

Se amplia el aforo hasta el 50 por ciento en numerosos establecimientos comerciales y lugares de ocio, pero no hay que olvidar que el uso de la mascarilla seguirá siendo obligatorio, y se debe procurar que exista un distanciamiento apropiado entre personas para evitar posibles contagios y rebrotes del virus. No, aún no se puede viajar a otras provincias limítrofes que estén en la fase 3 –excepto Guadalajara en el ámbito de la comunidad autónoma–, pero en las próximas semanas se permitirá el desplazamiento regulado en coche, autobús o ferrocarril. 

comercios. La llegada de la fase 3 ha permitido que comercios y establecimientos hosteleros amplíen su capacidad hasta el 50 por ciento. Uno de las espacios comerciales que más notan el paso a la última fase de desescalada es el Centro Comercial El Mirador. Todos los locales ya han abierto sus puertas y la asistencia de compradores se aprecia a cualquier hora del día. Para no superar el límite del aforo permitido, la gerencia del centro comercial dispone de un conteo de personas en las diferentes entradas, que controla al segundo el número de clientes que acceden al espacio, y que avisaría en caso de que se rebasara. También se han colocado estratégicamente señales indicativas en el suelo y en todo el centro para que se respeten las distancias de seguridad en accesos y en espacios más estrechos de paso de personas.

Último escalón hacia la nueva normalidad«Al principio, todo el mundo pensaba que iba a ser muy complicado, pero al final está siendo mucho más fluido. Controlando los aforos y las medidas de seguridad necesarias,  se debe funcionar debidamente», explica el gerente de El Mirador, Diego Varela, que cuenta que antes de hacer la reapertura «se hizo una limpieza de choque en profundidad. Además, el departamento encargado «está al cien por cien volcado en lo más susceptible de ser tocado, como pasamanos, puertas, zonas comunes y baños. Estamos muy focalizados en la higiene para que los clientes vengan y estén tranquilos».

Por el momento no se han abierto zonas de recreo infantil y de descanso, pero el gerente confía en que el paso de los días y la llegada de la nueva normalidad permita incorporarlas progresivamente. También agradece el buen comportamiento de los ciudadanos que «son conscientes, están informados y respetan las normas».

Los cines del centro comercial no han abierto aún, pero se espera que en las próximas semanas puedan hacerlo, coincidiendo con los estrenos programados de varias películas que se quedaron a las puertas de hacerlo al inicio del estado de alarma. No hay fecha de reapertura, pero todo indica que será a finales de junio o principios de julio.

Último escalón hacia la nueva normalidadBares y cafeterías. Las terrazas de los bares, muy demandadas en estos días, pasan a tener un aforo del 75 por ciento. Eso permite colocar más mesas en el espacio asignado a cada bar o cafetería y por lo tanto una mayor presencia de clientes. Javier Martínez, propietario del Bar La Fama, cuenta que con la nueva fase podrá ampliar hasta 14 mesas en la terraza.

No obstante, considera que hay que seguir manteniendo las precauciones y «explicarle a la gente que tiene que dejar dos metros de distancia entre persona y persona, y en las barras es complicado. Es necesario que la gente colabore y no se amontone».

Observa el camarero que los clientes, sobre todo los mayores, «tienen aún miedo. Les agobia ver mucha gente. Algunos empiezan a venir después de muchos días. Se toman un café y se marchan».  En este punto cree que es necesario «dar confianza a la gente, que venga y se pueda sentar tranquilamente en la silla, que esté a gusto. Hay que intentar sacar esto adelante entre todos». El verano «será diferente. La gente cambiará hábitos y muchos no querrán viajar a la playa, se quedarán aquí. Antes cerrábamos en agosto, pero este año seguramente aguantemos. Si la gente responde no cerraremos». 

En cuanto a otros espacios que amplían su aforo, caso del Mercadillo tradicional de los martes, el Ayuntamiento permite que los negocios de alimentación de Cuenca se hayan incorporado esta semana. Se sigue manteniendo la distancia de seguridad entre puesto y puesto, para garantizar así la protección de los usuarios. 

La piscina municipal Luis Ocaña también nota la llegada de la fase 3. Los usuarios piden cita y reservan una hora para practicar su deporte favorito. Como máximo pueden coincidir ocho abonados, las calles de la piscina. Se han adaptado las distancias, los carriles de entrada y salida y en los vestuarios hay carteles para que tengan en cuenta las medidas de seguridad. El socorrista les comunica cuándo y en qué calle pueden nadar.

En clave cultural, bibliotecas, museos y salas de exposiciones se adaptan a la mitad del aforo y ya permiten visitas reguladas. La Fundación Antonio Pérez, gestionada por la Diputación Provincial, tiene establecida la entrada gratuita este año. Los espacios se han habilitado para que puedan visitarlo grupos no superiores a las 30 personas y en pasillos y áreas de paso más estrechas se han colocado señales para que los clientes guarden la distancia. El Parque Arqueológico de Segóbriga aun no ha abierto sus puertas, pero se espera que la Junta de Comunidades comunique, en los próximos días, una fecha conjunta para que todos los yacimientos de Castilla-La Mancha puedan ser visitados de nuevo con todas las garantías de seguridad e higiene.

La apertura de locales es generalizada. HC Hostelería de Cuenca y la Agrupación Provincial de Hostelería y Turismo avanza que la apertura de establecimientos comerciales y hosteleros «está siendo generalizada». Así lo confirma el técnico de Hostelería de CEOE-Cepyme Cuenca, Diego López Carro, que cuenta que los negocios abren de forma progresiva dependiendo de si tienen o no terraza, el personal en situación de ERTE o el público al que va dirigido. «Hay muchas ganas y mucha necesidad de abrir, pero también mucho interés por cumplir las normas y hacer las cosas bien», apunta. Sin embargo, «las realidades son distintas y, por tanto, la manera de afrontar la vuelta también lo está siendo». Es el caso de los locales de ocio nocturno, cuya reapertura se espera para este fin de semana.

López Carro señala que la buena noticia de esta fase 3 es la respuesta de la gente. «Hay demanda y eso es muy importante. Veremos cómo se comporta a lo largo de los meses que vienen, que van a ser muy duros económicamente hablando». En ese sentido, cree que el papel de la Administración «va a ser fundamental. Necesitamos que no sean un obstáculo más a batir sino luchar codo con codo».

Por otro lado, dice el técnico que el verano será atípico y un porcentaje de turistas nacionales cambiarán las aglomeraciones de sol y playa por el turismo de interior y naturaleza. Tenemos capacidad de ofrecer lo que ahora mismo se demanda, sobre todo en las grandes capitales».