Una cita de sonrisas y lazos amarillos

Europa Press
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En la primera reunión de la mesa de diálogo, las charlas animadas entre los interlocutores conviven con los símbolos independentistas

Una cita de sonrisas y lazos amarillos - Foto: Kiko Huesca

Sol, sonrisas y charlas animadas, todo conjugado con el emblema por el excelencia del independentismo: los lazos amarillos. La reunión constitutiva de la mesa de diálogo entre el Gobierno y la Generalitat de Cataluña comenzó ayer con un recibimiento en el Palacio de la Moncloa que se caracterizó por el trato distendido entre los miembros de ambas delegaciones, pero en la que no faltaron los simbolismos a favor de los políticos presos por la causa del procés.

La llegada del grupo catalán, presidido por el líder del Gover, Quim Torra se produjo en dos tandas. El jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, salió a recibirles con seis de sus ministros en uno de los accesos al complejo de La Moncloa.

De la cita solo se ausentó el vicepresidente segundo del Gobierno y secretario general de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, por una fuerte amigdalitis. Sí participaron en cambio la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, y los ministros de Hacienda, María Jesús Montero; Transportes, José Luis Ábalos; Sanidad, Salvador Illa; Política Territorial, María Jesús Montero, y Universidades, Manuel Castells.

Una vez que Sánchez y sus ministros salieron a recibir a la delegación de la Generalitat, llegaron sus miembros, a excepción de Torra, cuya lo hizo minutos después. Eso era lo acordado para visualizar que Sánchez recibía personalmente al president.

De camino a la sala Tapies, donde se celebró la reunión, se pudo ver a ambos grupos charlando animadamente en parejas o tríos. Así, Montero, por ejemplo, conversó con la número dos de ERC, Marta Vilalta y con el conseller de Exteriores, Alfred Bosch; Ábalos con el diputado en el Parlament Josep María Jové, y cerrando la comitiva los vicepresidentes Carmen Calvo y Pere Aragonés.

Con los miembros de las delegaciones ya en el interior del edificio, hizo su llegada Torra, con su típico lazo amarillo en la solapa en solidaridad con los presos del procés, haciendo el mismo recorrido que los demás en compañía de Sánchez, con el que posó unos instantes estrechándose la mano ante la prensa gráfica en la escalinata del palacio. Una vez dentro de la sala Tapies, Torra saludó uno a uno a los ministros del Gobierno, abrazando de manera especialmente cariñosa a la vicepresidenta Calvo.