El día que Battiato actuó en las fiestas de San Julián

Jonatan López
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El cantautor y músico siciliano, fallecido este pasado martes, inició su primera gira española en las fiestas patronales de 1987

El día que Battiato actuó en las fiestas de San Julián - Foto: ale3me

La voz de Franco Battiato, uno de los cantautores y músicos universales más reconocidos, se apagó este martes a los 76 años de edad. El italiano dejó más de medio centenar de álbumes y cientos de canciones escritas en italiano o español que la memoria colectiva recordará. Centro di gravità permanente (Centro de gravedad permanente) o Voglio vederti danzare (Yo quiero verte danzar) estuvieron en las primeras listas de las radiofórmulas a finales de los 80, pero el público español también se acordará de canciones como Nómadas, Bandera Blanca o la versión del clásico del mexicano Tomás Méndez Cucurrucucú paloma.

El cantautor siciliano se lanzó al mercado español con su disco Nómadas y realizó una larga gira que le llevó a cantar por todo el país, incluido Cuenca. Corría el año 1987 y Andrés Moya, alcalde del PP, había logrado la victoria en las urnas meses antes, sucediendo a José Ignacio Navarrete –de Alianza Popular–. 

La Concejalía de Festejos no escatimó, puesto que trajo a las fiestas más populares a Joan Manuel Serrat, El Último de la Fila y a Franco Battiato. Un cartel que, sin duda, colocaba a la feria conquense como una de las principales de agosto. Por cierto, aquel jueves 27 se celebró el primer recital del cantante en su gira española.

Crónicas del concierto. El Día de Cuenca publicó una extensa crónica titulada ‘Franco Batiato o el culto a la belleza’, en la que contaba que antes del concierto en la Plaza de Toros los medios de comunicación tuvieron que esperar varias horas para que el cantante comenzase a actuar. La tarde calurosa de verano acababa en tormenta torrencial, típico de estas fechas, e incluso se llegó a valorar la suspensión. Finalmente, tras salvar el equipo con plásticos y volver a ensayar para que todo estuviese dispuesto, el italiano saltó al ruedo. 

«El público, algo perezoso al principio, no recibió al divo como se merecía. Quizás esto fue al principio, porque luego, cuando poco a poco sonaron sus canciones y su melodía penetró en todos y cada uno de los asistentes, la plaza vibró nuevamente con la garganta y la voz de este italiano», narraba la crónica, que afirmaba que las canciones conocidas «supieron proclamar a este maestro de la filosofía mundial, como vencedor único e insaciable de esta noche conquense que lloró sus últimas notas».

Sin embargo, la portada del diario independiente de Cuenca aseguraba que el recital «decepcionó al numeroso público con un concierto improvisado y de poca calidad artística y técnica». 

La Gaceta Conquense reflejaba, en apenas un párrafo de crónica y con una foto de Herráiz, que el público conquense, «expectante», «tuvo diversidad de opiniones en cuanto al sabor que les había dejado la actuación». Para muchos, el recital «había carecido de la preparación propia de una gala veraniega». Para otros, «sus canciones les llevaron a otros tiempos nostálgicos cargados de romanticismo».

No fue la última visita del cantautor a la capital, puesto que volvió en 2002. Concretamente, el 25 de abril ofreció el recital Ferro Battuto en el Teatro Auditorio. Las redes sociales de la institución cultural subrayaron este martes la «gran pérdida para el mundo de la música» y el «honor» que «supuso haberle tenido» en Cuenca.