Pareja perfecta en el Dakar

J. López
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Manolo y Mónica Plaza, padre e hija, compiten desde el 5 de enero en el mítico rally que se disputa por primera vez en los desiertos de Arabia

Pareja perfecta en el Dakar - Foto: Reyes Martínez

La leyenda conquense del volante, Manolo Plaza, no imaginó el primer año de su participación en el Rally Dakar que 24 años más tarde volvería a coger el volante para cubrir el raid más duro del mundo junto a su hija, Mónica. Corría el año 1995 y el herrumbleño, que acababa de ser padre, era un piloto en ciernes que ya daba muestras de sus grandes cualidades en el mundo del motor.  

Veinticuatro años más tarde, con kilómetros de polvo y arena a sus espaldas y el curriculum extraordinario que le precede, Plaza se aventura de nuevo en dar lo mejor de sí mismo en la carrera de las carreras. Un rally Dakar que en su 42ª edición retoma su esencia y promete ser una auténtica prueba de fuego en el desierto de Arabia Saudí.

La particularidad es que Manolo formará pareja junto a su hija, quien también se hace hueco por méritos propios como una copiloto revelación y de mucho futuro. No en vano, Mónica ya sabe lo que es subir al podio en más de una treintena de ocasiones y acumula un campeonato y dos subcampeonatos de España en categoría femenina. Toda una carta de presentación que le coloca como un diamante en bruto, que tiene mucho que decir en el mundo del motor.

A la audacia de ambos se suma un dato que no pasa desapercibido. Esta será la primera vez que un padre y una hija de origen español compitan en la prueba. 

La posibilidad de disputar la carrera como equipo surgió este verano en una comida junto al espónsor, Momentum Task Force, que patrocina los viajes de aventura y formación de cursos de conducción que realiza Plaza Aventura en Marruecos. «Mira que me apetecería volver a correr el Dakar después de tantos años, pero con mi hija», reveló entonces Manolo. 

Dicho y hecho. En esa cena estaba el dueño de un equipo francés, descendiente de españoles, que avaló la propuesta. « Sodicars es el equipo que nos ha puesto el coche para correr y nos ha dado todos los medios necesarios para participar», cuenta Plaza padre, que avanza que el vehículo es un buggy, motor Chevrolet, con tracción trasera».

«Todos se pusieron de acuerdo para echar un granito de arena y que mi padre y yo pudiéramos ir», añade la copiloto conquense. 

El Dakar escribe un nuevo capítulo de su historia en los desiertos del país de Oriente Medio. Será mucho más duro que los anteriores. Los pilotos tienen que cubrir 12 etapas –más de 7.900 kilómetros en total– sobre una superficie que en un 75 por ciento es puro desierto con sus cauces secos, dunas o montañas. Otra de las vicisitudes que se encontrarán los participantes son los tramos cronometrados, que alcanzan hasta los 500 kilómetros de distancia en alguna que otra etapa. La competición arranca el 5 de enero en Jeddah y concluye el 17 en Qiddiyah.

Arena y dunas. El piloto conquense, que no compitió en ninguna de las pruebas disputadas en América, confiesa que «cuando se lo llevaron allí no fui porque no estaba de acuerdo. El concepto es el desierto y ahora, en Arabia, sí que podemos retomar  la arena y las dunas». 

Mónica cree que va a ser una carrera de «supervivencia» y la conducción sobre la arena será «muy determinante. Ahí tenemos un factor clave, que es mi padre. Es su punto fuerte». 

Claro está que no todo dependerá del buen pilotaje y habrá que contar con otros factores como las altas temperaturas, las averías mecánicas, la falta de combustible o una piedra en el camino. 

Un auténtico test de resistencia en el que, subraya el piloto, la importancia de la fortaleza psíquica es vital y más importante que la física. Aunque, por si acaso, asegura que este «es el año en que mejor me estoy preparando».

Eso sí, a las dificultades intrínsecas de la competición se añaden varias normas rígidas que, sobre todo las mujeres, tienen que cumplir. Entre otras, no se puede beber alcohol, comer carne o embutidos de cerdo, se prohíbe mostrar afecto en público y las mujeres deben llevar ropa larga en todo momento. 

«Lo que pasa es que dentro del vivac, que es el campamento donde está la asistencia, sí que podremos ir como queramos. Mientras no sea en público», apunta Mónica, que cuenta que «ha habido que adaptarse. Toda la ropa que llevamos es larga».

Expectativas. Fernando Alonso, Carlos Sainz, Laia Sanz o Joan Barreda, entre otros, suscitarán el mayor interés mediático de la prueba aunque, seguramente, el asturiano será el centro de atención. Sin embargo, los Plaza no han pasado desapercibidos. «La prensa española reconoce el carisma de mi padre, que siempre lo ha tenido, y ahora también nos sentimos muy arropados», declara la copiloto. Su padre dice estar sorprendido con la repercusión «que estamos teniendo. Si terminamos seremos el centro de atención». 

Ambos reconocen que el objetivo principal es «disfrutar el raid y acabar entre los 20 primeros». Por si acaso, y si finalmente se logra alguna de las metas, llevarán en su equipaje una bandera de Cuenca por aquello de sentirse orgullosos de sus raíces.