«¿Está el jefe de la familia?», pregunta un vendedor con maletín en la puerta de una casa. «En esta familia no hay jefes, somos una cooperativa», responde Mafalda, el genial personaje del dibujante argentino Quino. La viñeta ilustra fielmente el espíritu de convivencia y de igualdad dentro de un núcleo, sea familiar o educativo. Precisamente, una de las principales armas para sensibilizar a la sociedad en los valores de la igualdad y equidad pasa por la educación.
Con motivo del Día de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer que se celebra hoy, el Gobierno regional reconoce a cinco centros de Castilla-La Mancha que son ejemplo de gestión para educar en Igualdad, un modelo docente para transformar una sociedad que todavía debe trabajar mucho para lograr la equidad entre el hombre y la mujer.
Por méritos propios, la Escuela de Arte Cruz Novillo de Cuenca es uno de los centros educativos reconocidos por educar en valores a sus alumnos. No solo se transmiten las enseñanzas artísticas, literarias, científicas o las relacionadas con las nuevas tecnologías, los cerca de 250 alumnos de este centro de inspiración y talento forma a los estudiantes como personas que constituirán la sociedad del futuro. Iguales, sin prejuicios, libres de pensamiento, en un mundo que rechaza y elimina cualquier expresión de violencia.
Concienciar desde el arte - Foto: Reyes MartínezGema Pardo, directora del centro, y Cristina López, jefa de estudios, dicen que el premio colma sus expectativas, pero afirman que un reconocimiento como éste «te anima a seguir con más ganas». Y es que, reconocen, educar en igualdad forma parte de la filosofía de la Escuela y todos los profesores, de todas la materias que se imparten, «están muy implicados». De hecho, apuntan, este es el tercer año que el centro está incluido en el Plan de Igualdad y Prevención de la Violencia de Género de la Consejería.
Su decidida apuesta por la educación en igualdad y la visibilización de la mujer en la historia comenzó hace varios años, pero el vídeo ¿Cómo te suena?, dirigido por Cristina, profesora de Cultura Audiovisual, demostró que la Escuela está resuelta en sensibilizar a sus alumnos contra los machismos, micromachismos y la violencia de género.
Referentes femeninos. A esta campaña viralizada le han seguido otras, caso del vídeo Salir de la oscuridad, que promueve la figura femenina y su papel fundamental en todas las disciplinas artísticas que, precisamente, se presentó ayer. En ese sentido, subraya la profesora de Cultura Audiovisual que los alumnos «necesitan referentes femeninos y, aunque en el arte parezca que no es tan necesario como en la ciencia, siguen faltando muchas mujeres en todas las disciplinas. Salir de la oscuridad reivindica que siguen sin haber suficientes mujeres en los currículos, en los libros de texto, en las programaciones».
Se trata, por tanto, «de promover proyectos multidisciplinares, implicar al mayor número de alumnos para que tenga sentido», cuenta Cristina. «Y que forma parte de nuestras señas de identidad trabajar así. Lo vemos como algo muy nuestro y nos parece que hacemos lo normal porque siempre lo hemos hecho así. Tenemos claro que hay que trabajar por la igualdad y que debemos educar a nuestros alumnos en la igualdad», replica Gema, quien señala que los docentes de diversas asignaturas coordinan otras actividades relacionadas con las artes escénicas, la pintura, la música, la lengua y literatura o el cine y, sobre todo, constata que «cada vez hay más profesorado comprometido. Además del alumnado del centro, que es muy participativo, concienciado y siempre tira de este tipo de proyectos».
No obstante, coinciden ambas, «queda mucho trabajo por hacer». Es necesario comenzar a educar a edades cada vez más tempranas o dedicar una asignatura a la Igualdad. «Nuestra percepción es que hemos avanzado mucho, pero es que nos queda mucho por progresar», indica la directora. «La educación es fundamental en cualquier etapa. Desde que se empieza en el sistema educativo, por lo que decíamos de los referentes», apunta la jefa de estudios. Claro que, no solo se trata de concienciar en las primeras etapas de la educación, si no también hacerlo en la adolescencia, puesto que se reproducen comportamientos machistas que parecían estar erradicados.
Hoy, durante el recreo, los alumnos leerán un manifiesto, construirán un muro contra la violencia de género y un profesor impartirá un taller sobre educar en igualdad. Mañana, en uno de los aparadores se colocará la placa o el reconocimiento que reciban a lo largo de esta jornada. No obstante, y aunque poner ese premio en un lugar visible «siempre llena de satisfacción», que cualquier alumno sea consciente en el futuro de la educación que ha recibido es el mejor premio que puede recibir el centro.
«Pasan los años y siguen viniendo alumnos a visitarnos, nos dicen lo agradecidos que están de su paso por la Escuela. El buen ambiente que se respira aquí, de trabajo e implicación, es el mayor premio que tenemos. Si de vez en cuando te dan una alegría, ¿para qué queremos más?», concluye la directora.