"Los jóvenes leen mucho más de lo que los adultos piensan"

María Albilla (SPC)
-

Ni la abogacía ni el periodismo sedujeron a este sevillano que lleva años siendo uno de los escritores juveniles con más éxito. Aunque empezó dedicado a la literatura romántica, ahora se consolida en el género negro con 'El campamento'

"Los jóvenes leen mucho más de lo que los adultos piensan"

Antes de la pandemia no era difícil encontrarse a Blue Jeans con su ordenador escribiendo en alguna cafetería del centro de Madrid. El bullicio de la gente yendo y viniendo le mecía para dejar volar la imaginación. Pero la COVID-19 le hizo cambiar de oficina y adaptarse a trabajar en casa en un silencio mortal. Y  de aquella quietud, solo rota por el sonido de una pequeña fuente, salió El campamento, una «marcianada» en la que hace un guiño a su admirada Aghata Christie y a la novela negra que tanto le gusta leer.

Homenajea a Aghata Christie, la mujer que revolucionó el género negro. ¿Qué supuso para usted la lectura de sus libros?

Aghata Christie siempre está en mi cabeza desde que empecé La chica invisible. Yo me convertí en lector con ella desde que tenía 11 o 12 años ¡o hasta menos! Sus libros estaban -y están- en la biblioteca de mi padre en Carmona (Sevilla) y yo los cogía y me los leía del tirón en una noche. Se convirtió en mi autora favorita y me he leído los 66 volúmenes que tiene de misterio, he visto todo lo que se haya basado en su obra... Así que se puede decir que Aghata Christie me inculcó el gusto por la lectura y, en concreto, por la novela negra. 

Se ha convertido en un referente en la literatura juvenil. ¿Siente la responsabilidad de enganchar a los lectores del futuro?

La responsabilidad es intentar hacer lo mejor posible con cada libro, no solo con los lectores, también con la  editorial y, sobre todo, por responsabilidad conmigo mismo.

¿Qué feedback recibe de ese público? ¿Cree que a los jóvenes les cuesta leer o sí consumen literatura?

Todos querríamos que se leyera más, no solo los jóvenes. Pero pasa una cosa y es que creo que los jóvenes leen mucho más de lo que los adultos piensan. Tengo la suerte de llevar 12 años dedicado a escribir literatura juvenil y me va bastante bien, pero es que tengo muchos compañeros que también se dedican a esto y hay hasta una generación de booktubers  (usuario de Youtube que realiza vídeo-reseñas literarias y otros vídeos relacionados con libros) que se dedica a hablar de literatura en internet para otros chicos... Esto es un indicador de que los jóvenes leen. Decir que no les gusta El lazarillo de Tormes, La Celestina o el Libro del buen amor no es que no les guste leer. 

¿Es equivocado que nos hagan leer El Quijote en el colegio?

Yo soy lector desde niño porque también lo eran mis padres, pero me fastidiaba mucho cuando tenía  que leer en el colegio y hacer un trabajo luego o un examen. Al final siempre buscaba el camino para hacer lo menos posible. Imagínate ahora lo que puede pasar con lo que cuesta que un chaval esté una hora sentado haciendo solo una cosa. El móvil, la consola, Instagram... Y vas tú a obligarle a leer algo que no entiende. Así no se crean lectores. Por supuesto que tienen que conocer los clásicos, pero fomentar el hábito de lectura no se puede hacer así.  

En esta nueva trama plantea un campamento como escenario con 10 jóvenes y un reto que implica ser el mejor… Y, por supuesto, hay un asesinato. Son buenos ingredientes para una novela…

En algún momento pensé que igual me salía una marcinada... Es un multimillonario que tiene 70 años y se quiere jubilar, pero quiere dejar su legado en manos jóvenes. Para ello lleva a 10 chicos a un campamento para formarlos y de ahí saldrá ese líder. 

Lo que pasa es que alguien muere en extrañas circunstancias y otras personas desaparecen... Ahí empieza el thriler y a pasar muchas cosas en las que, como decíamos antes, se puede ver la influencia de Aghata Christie.

 

Solo hay un límite para los habitantes del campamento: no salir del mismo… ¿Esto no es directamente incitar?

Ten en cuenta que están en medio de los Pirineos en una zona desierta a 30 kilómetros a la redonda y rodeados de animales salvajes y todo tipo de trampas naturales... demasiadas dificultades en un lugar en el que tampoco tienen acceso a internet... Así que hay que pensárselo bien si quieren salir de allí. El lector tiene que meterse en el papel y ver qué decidiría hacer él... 

Usted, además de escritor de novela negra, es un lector que devora este tipo de literatura. ¿En la página 50 ha pillado ya al asesino?    

Me da mucha rabia cuando pasa eso... Mi padre lee mucho y a veces los libros de este tipo que lee él los cojo luego yo y le llamo para decirle quién es y por qué lo creo. Porque coges el vicio de analizar los trucos que tiene el escritor para despistar al lector. Yo me voy fijando en todas estas cosas, pero a veces se hace tan bien que es muy difícil pescar al culpable. Y eso es lo que intento yo también, claro. 

Ha elegido para sus protagonistas  profesiones como instagramers, influencers, gamers, un creador de apps... ¿Esto no puede crear expectativas irreales sobre los trabajos en los más jóvenes?

Es que esto también son trabajos reales... ¿Y qué mercado laboral no está mal? Yo estudié Derecho, luego Periodismo y no encontré trabajo... Estas son profesiones del presente a las que ya se dedica mucha gente. Lo que no hay que hacer es obviar el esfuerzo que lleva llegar a ser el mejor en la profesión que sea.  Si no hay trabajo, esfuerzo y afán de superación no podrás ser el mejor en lo que elijas.

Miren, una de las protagonistas, una escritora de éxito a los 20 a la altura de Laura Gallego o Federicco Moccia… ¿Es su yo de hace dos décadas?

Cuando meto un periodista o un escritor en mis novelas siempre hay cierto guiño a lo que he vivido yo y Miren también tiene algo... Por ejemplo, cuando le preguntan a qué lenguas se han traducido sus libros  y ella dice que italiano, chino, polaco y rumano, que son las lenguas a la que se ha traducido La chica invisible. Son pequeños guiños que la gente que me sigue sí reconoce.

¿Se queda en el noir o volverá a sus corazoncitos?    

Bueno, quiero ver por donde van las cosas... No cierro puertas.