Inoportuna derrota del Club Conquense de Billar Casas Colgadas en la octava jornada de la Liga Nacional de Segunda División de Billar a tres bandas, frente al Stadium Casablanca, que supo hacerse fuerte en casa para doblegar a los conquenses por 6-2, un resultado adverso en el momento menos conveniente, cuando los equipos afrontan la recta final de una liga interesante y superdisputada, de tal manera que, a falta de dos jornadas para el final no hay nada decidido en los puestos cabeceros, aunque, eso sí, Club Billar Moncada tiene todas las papeletas para finalizar como líderes del grupo. Sin embargo, la segunda plaza del mismo, que daría derecho a disputar la Fase de Ascenso a 1ª División, todavía no está decidida, optando a ella los zaragozanos del Stadium Casablanca, los alicantinos del Club Billar Callosa y los conquenses del Casas Colgadas.
La oportunidad de los nuestros para liderar la carrera por ocupar esa privilegiada posición pasaba por lograr la victoria en este encuentro. Como esto no ha sido posible, habrá que seguir peleando hasta agotar las posibilidades existentes. Totalmente necesaria va a ser, el próximo día 14, en el Polideportivo San Fernando de nuestra capital, la consecución de los dos puntos en litigio, so pena de despedirse prematuramente de dichas opciones. Los conquenses, pues, tendrán que echar el resto ante el acontecimiento más importante para ellos de toda la temporada billarística.
El primer turno de juego concluyó de manera altamente negativa para los intereses conquenses. Tanto Javier Mora como Francisco Romero cedieron en sus respectivos duelos frente a rivales supuestamente parejos en técnica y calidad, aunque bastante más afortunados en el tramo decisivo de los mismos.
Recortó distancias Jorge Sánchez, con una espectacular victoria sobre su rival aragonés, mientras que en el último enfrentamiento de la jornada, José Vicente dispuso de serias opciones para conseguir el empate definitivo para el Casas Colgadas, pero estas se desvanecieron en las postreras entradas de un emocionante enfrentamiento, donde la suerte se alió sobremanera con el billarista local.