El Club de Piragüismo Las Grajas emitió esta semana un comunicado en el que defiende al palista que protagonizó un vídeo viral el 21 de diciembre, en el que recorría las aguas del Júcar tras la crecida del caudal por las lluvias. En el comunicado se explica que no fue un palista solitario, tal y como se criticó en varios medios nacionales, sino un grupo de cinco deportistas cuya labor  permitió «hacer el descenso del tramo con una seguridad de dos personas en la orilla con cuerdas de rescate. Dicho dispositivo, habitual en la práctica de este deporte, permitió ayudar al palista alcanzar la orilla y recuperar la embarcación.». Aseguran que «no había ninguna restricción legal a la navegación; y en ningún momento ninguno de los deportistas corrió peligro». Asimismo, solicitan una rectificación pública de Maite Espinilla, delegada de la Federación Castellano-Manchega de Piragüismo, «por el daño causado al honor de los deportistas». Sus declaraciones, asegurán, «fueron imprudentes y realizadas desde el desconocimiento del pragüismo en general y de la modalidad de aguas bravas en particular».